Monday, August 24, 2015

Las guerras del chavismo

Las guerras del chavismo
GINA MONTANER

Un día sí y otro también Nicolás Maduro asegura que el gobierno chavista
es víctima de todo tipo de conspiraciones internacionales. Una vez más,
el mandatario venezolano señala un supuesto eje Washington-Madrid-Miami,
en específico a los políticos cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen y
Marco Rubio, como responsables de truculentos planes para desestabilizar
al gobierno de Caracas.

Las acusaciones que hace Maduro, ahora apoyándose en unas declaraciones
de unos delincuentes comunes que de la nada incriminan en un vídeo a
Rubio y Ros-Lehtinen, carecen de fundamento. Era una estrategia muy
usual de su predecesor y mentor Hugo Chávez, y a la que hoy recurre su
sucesor para culpar de todos los males del país a unos hipotéticos
archienemigos que pretenden acabar con el experimento del socialismo del
siglo XXI.

Lo cierto es que a estas alturas son muy pocos los que creen que la
grave crisis que atraviesa Venezuela es la consecuencia de complots que
se dirigen desde la Casa Blanca con la complicidad del presidente del
gobierno español Mariano Rajoy o figuras influyentes del exilio cubano
que han vivido en carne propia el desastre del modelo castrista en el
que se inspiró el desaparecido Chávez.

El propio expresidente español Felipe González, quien recientemente tuvo
que abandonar Caracas sin poder reunirse con el político opositor
Leopoldo López, preso desde hace más de un año, escribe en El País: "El
señor Maduro no puede seguir ocultando su fracaso inventando
conspiraciones del 'imperio', de la extrema derecha interna e
internacional…" González, que en todo momento se ha mostrado solidario
con la causa de la oposición democrática, señala que no tiene sentido
acusar a Washington en un momento en el que la administración Obama
impulsa una política de acercamiento nada menos que con la Cuba de los
hermanos Castro.

Pero Maduro, como le sucedía a Chávez, no cuenta con un plan de gobierno
sostenible que genere prosperidad. A lo único a lo que puede asirse es a
la retórica inflamada del populismo y apuntar con el dedo a unos
adversarios (que en realidad son molinos de viento) contra los cuales
hay que luchar. En eso el chavismo explota la variante del "Patria o
muerte, venceremos" que fue durante décadas el leit motif de un Fidel
Castro beligerante y siempre dispuesto a saltar a las trincheras en una
guerra contra el "imperio" que nunca se dio, pero que mantuvo
movilizados a los cubanos en medio de la pobreza y la falta de libertades.

Así está hoy Venezuela. Con una hiperinflación rampante, la escasez es
generalizada y las familias dedican las horas a hacer colas
interminables y a buscar los productos básicos. El caos y el crimen
reinan en las calles, pero Maduro y su camarilla acusan a Marco Rubio, a
Ileana Ros-Lehtinen, a Felipe González o al mismísimo Obama de todas las
calamidades que sufren los venezolanos. Los chavistas, como en su día
hicieran los castristas, anuncian guerras inminentes para esquivar la
verdad de la única escaramuza que día a día hunde más al país: la que el
chavismo ha emprendido contra un pueblo al que ha empobrecido y le ha
recortado libertades.

Aunque la oposición vive bajo el acoso continuo y buena parte de sus
líderes han sido inhabilitados, están encarcelados o bajo arresto
domiciliario, ésta se prepara para dar la batalla en las elecciones
parlamentarias que se celebrarán el 6 de diciembre. Es verdad que están
asediados y la aplastante maquinaria chavista juega con ventaja al
controlar la mayoría de los medios y las instituciones. Pero una vez más
habrá que pedir la presencia de observadores internacionales y ejercer
el derecho al voto con la esperanza de que la pesadilla que erigió
Chávez llegue a su fin.

Muchos aseguran que hoy Venezuela es como Cuba. No obstante, a pesar de
la estrecha alianza entre el castrismo y el chavismo, por fortuna para
los venezolanos el totalitarismo no se ha impuesto en los últimos quince
años como sucedió en la isla poco después de que triunfara la
revolución. Mientras haya partidos políticos en la bancada de la
oposición y urnas donde depositar el voto para candidatos que no sean
del oficialismo, la oposición y sus seguidores no pueden rendirse. Hay
caminos más largos y tortuosos que otros. Los venezolanos todavía tienen
atajos y deben aprovecharlos.

Siga a Gina Montaner en Twitter: @ginamontaner

Source: Las guerras del chavismo | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-venezuela/article31833162.html

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