Thursday, August 18, 2016

Los venezolanos pagan a los revendedores unas 20 veces más por productos escasos

Los venezolanos pagan a los revendedores unas 20 veces más por productos
escasos
HÉCTOR PEREIRA, Caracas | Agosto 18, 2016

(EFE).- "Más barato imposible" repite a viva voz una caraqueña que vende
harinas en el mercado de Petare, la favela más grande de Latinoamérica,
donde cientos de comerciantes ofrecen productos básicos, generalmente
escasos en la nación caribeña, a precios 20 veces más caros que los
establecidos por el Gobierno.

A cielo abierto y sin el férreo control de precios que rige en Venezuela
desde 2003, esta suerte de mercado negro opera diariamente en el este de
la capital venezolana al ritmo del regateo y la compra-venta.

El lugar hace las veces de un cintillo de comerciantes informales,
quienes se apoderaron de varios kilómetros de aceras sobre las que
exhiben a "los más buscados", como llaman jocosamente a los alimentos y
productos de aseo e higiene personal más escasos, mientras intentan
establecer un precio casi personalizado con cada comprador.

"Lleve el arroz, 2.400 bolívares el kilo", corea un joven moreno que
intenta vender mientras camina por la muchedumbre, se trata de un
buhonero itinerante que, como decenas, encontró mayores ganancias
moviéndose por el mercado en la búsqueda de clientes.

Sin embargo, el paquete de arroz que el joven agita sobre sus brazos
tiene marcado un "precio justo" establecido por el Gobierno venezolano,
que cifró en 120 bolívares el kilogramo, una cantidad 20 veces menor a
la vociferada por el comerciante como una "ganga".

Así, todos los productos básicos cuyos precios de venta al público están
determinados por la "Superintendencia para la Defensa de los Derechos
Socioeconómicos" (Sundde) pululan en el mercado informal de Petare a
precios que superan desde 5 y hasta 100 veces la cantidad prescrita en
envases y empaques.

Estos bachaqueros -como llaman en Venezuela a los revendedores- compran
al por mayor los productos básicos a proveedores de la más variada
procedencia o hacen cola durante horas a las afueras de establecimientos
comerciales formales para cazar lo que sea que ofrezcan ese día,
lógicamente, a precios regulados.

Una vez que el artículo regulado está en su poder, que pudiera tratarse
de un desodorante, café molido o azúcar, este es llevado a Petare donde
adquiere inmediatamente el precio que se cotice en ese momento en el
mercado, con lo que obtienen generalmente un 2.000% de ganancias por
cada producto.

El economista venezolano Luis Vicente León explicó a Efe que la caída de
la producción y de las importaciones en el país petrolero, aunado al
control gubernamental sobre el comercio de productos básicos, hizo
recrudecer la escasez y permitió la subida de los precios en el mercado
negro hasta superar tarifas internacionales.

"El año pasado el sobreprecio en los regulados era de 10 a 15 veces. En
el primer trimestre de este año llegaron a 80 veces, pero eso ha venido
cambiando porque hay precios regulados en los que el Gobierno ha
permitido aumentos de hasta de un 1.000%, pero solo en algunos
productos", indicó.

El economista estima que el sobreprecio actual en el mercado negro
oscila entre 50 y 60 veces más caro y cree que el aumento salarial
decretado el viernes pasado por el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, no afectará las tarifas en lugares como Petare "porque el
diferencial es tan alto que no está definido por los costos laborales o
de producción".

Por su parte, la Sundde fija los precios de los alimentos, los artículos
de higiene o aseo personal y de los estacionamientos -único ítem que
escapa del sobreprecio-, y sanciona a quienes incumplan las tarifas
establecidas.

Con este afán, ha multado panaderías, ferreterías, tiendas
departamentales, farmacias, supermercados, fábricas y, más
recientemente, visitado mercados populares para "luchar" contra los
llamados bachaqueros.

El pasado 14 de julio la Sundde se presentó en el agitado bazar
petareño, decomisó más de una tonelada de productos alimenticios
regulados y detuvo a 29 personas por la reventa de esos artículos, según
informó el Gobierno.

Estas inspecciones las hacen funcionarios civiles y militares dentro de
la llamada Gran Misión de Abastecimiento Soberano (GMAS) comandada por
el ministro de Defensa Vladimir Padrino López y creada por Maduro para
hacer frente al desabastecimiento.

En este sentido, el mandatario venezolano ordenó la semana pasada la
intervención militar de los mercados municipales para "sanear esos
antros" donde, según dijo, operan mafias que incurren en delitos como
narcotráfico, prostitución y trata de personas.

Con todo, un jabón de baño marcado en 10 bolívares cotiza esta semana en
Petare por encima de los 1.000 bolívares, lo que supone un precio 100
veces más alto que el regulado.

Mientras los venezolanos sufren por la inflación más alta del mundo,
grupos de amigos, jóvenes en solitario, amas de casa y personas
dedicadas tradicionalmente al comercio informal acuden cada día a Petare
para intentar revender los productos con los que hayan logrado hacerse
para obtener ganancias.

Source: Los venezolanos pagan a los revendedores unas 20 veces más por
productos escasos -
http://www.14ymedio.com/internacional/venezolanos-revendedores-veces-productos-escasos_0_2055994384.html

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