La izquierda totalitaria y los escraches
CARLOS ALBERTO MONTANER | Miami | 3 de Julio de 2016 - 08:56 CEST.
César Nombela es el rector de la Universidad Internacional Menéndez y
Pelayo radicada en Santander, España. Se trata de un prestigioso
investigador en el mundo de la microbiología. Al doctor Nombela y al
Consejo Rector se les ocurrió la razonable idea de concederle al
expresidente colombiano Álvaro Uribe la Medalla de Honor de la
institución, como antes habían hecho con otros políticos del ámbito
democrático de Occidente, e inmediatamente la izquierda totalitaria, que
se la tiene jurada a Uribe, armó una protesta.
Ante el escándalo orquestado, las autoridades de la institución,
asustadas, decidieron aplazar la entrega del galardón y "ampliar las
consultas". Uribe, que nada había hecho por recibir la inesperada
condecoración, pidió que se revocara e instó al rector Nombela a
propiciar un buen debate sobre el tema colombiano. Una persona a la que
sus enemigos han tratado de asesinar 15 veces, está más interesada en la
sustancia que en la vanidad.
Este es un perfecto ejemplo del creciente clima de intolerancia
cultivado en España por la izquierda totalitaria. En el 2010, el
entonces profesor Pablo Iglesias organizó un escrache en la Universidad
Complutense de Madrid para impedir que la diputada Rosa Díez, una
socialdemócrata abierta y tolerante, pudiera desplegar sus ideas.
Escrache es un siniestro aporte lexicográfico argentino, aparentemente
de origen occitano, que describe los actos violentos encaminados a
silenciar al adversario ideológico.
Hace pocas semanas le tocó el turno al profesor de Psicología Haim
Eshach de la universidad israelí Ben Gurion. Era un tema muy importante.
Lo habían invitado a la Universidad Autónoma de Madrid a que explicara
cómo en su país se enseña Ciencia y Tecnología a niños muy pequeños, lo
que acaso explica, al menos parcialmente, por qué la diminuta nación de
Oriente Medio, con cinco veces menos habitantes, genera todos los años
40 veces más patentes y hallazgos científicos que España.
No pudo hablar. La izquierda totalitaria, que suele ser propalestina
—esa es una de sus señas de identidad más visibles—, cuyos hilos y
financiamiento en parte los maneja (según el Mossad) Hezbolá y Hamás, lo
impidió, como parte de una obscena campaña antisraelí y antisemita a la
que llaman Movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), creado
en el 2005, cuya estrategia es aislar a Israel hasta provocar su
desintegración, aunque en el trayecto perjudiquen severamente al millón
largo de árabes-israelíes de religión islámica que viven en el país.
El argumento palestino para tratar de demostrar que el Movimiento BDS es
aintisraelí, pero no antisemita, es que lo apoyan unas cuantas
organizaciones israelíes y algunos judíos del mundo académico, como el
lingüista y activista político Noam Chomsky.
Es cierto, pero se trata de una proposición tan absurda como la de
intentar justificar al nazismo porque (relata el historiador César
Vidal), el judío Hans Sander fue condecorado por el partido nazi, al
tiempo que también eran judíos los generales del ejército de Hitler
Helmuth Willberg y los hermanos Johannes y Karl Zukertort.
Vivimos en una vergonzosa época de escraches, extorsiones y agresiones a
la libertad de expresión. En Cuba los "actos de repudio" comenzaron en
1960, y 56 años más tarde continúan realizándose constantemente. La
policía política recluta a los muchachos en las escuelas y a ciertos
militantes de rompe y rasga del Partido Comunista (PCC), y los conduce a
las iglesias para que maltraten a las Damas de Blanco, o los lleva en
autobuses a las casas de los opositores demócratas para que los insulten
y a veces los golpeen.
En Ecuador existe una de las leyes de prensa más restrictivas de
Occidente. El autócrata Rafael Correa es capaz de ordenar el arresto de
una persona por hacerle un gesto de desagrado, de perseguir periodistas
por revelar verdades incómodas, o de desatar una virulenta campaña
contra personas inocentes, acusándolas de ser "agentes de la CIA", como
le acaba de ocurrir a la doctora Karen Hollihan, víctima de una
operación de desinformación típica de los servicios de inteligencia.
¿Conseguirá la izquierda totalitaria callar a los demócratas? No lo
creo, pero, aunque lo lograra, seguiría siendo cierta la frase de
Cervantes: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a
los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros
que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la
honra, se puede y debe aventurar la vida".
Source: La izquierda totalitaria y los escraches | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1467485302_23550.html
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