Jaque mate al despotismo
La solidaridad con la Venezuela democrática es un mandato que todos los
que aman la libertad deben asumir.
Pedro Corzo
marzo 08, 2016
Venezuela desde el triunfo del chavismo y el empeño de la oposición en
derrotar ese proyecto populista dentro del marco constitucional, se ha
convertido en una especie de laboratorio social en el que diferentes
fórmulas políticas concurren con resultados previsibles, pero también
inesperados.
Es una realidad, pero a costa de las dolorosas contracciones de la
sociedad venezolana, los pueblos de América podrán aprender cómo evitar
que regímenes autocráticos con base popular, lleguen al poder, y las
medidas a tomar para derrocarlos en caso que eso suceda, sin tener que
recurrir a la violencia.
También los políticos y académicos venezolanos están en óptimas
condiciones para instrumentar una estrategia que tenga como objetivo
formar y educar al electorado en la desconfianza hacia políticos
ocasionales o de profesión, que prometen resolver los problemas del
país, sin presentar soluciones reales a los mismos.
Este es un aspecto clave, porque la única fórmula que inocula contra el
mesianismo, es que el elector tome conciencia de que denunciar las
dificultades no significa su solución, que las propuestas deben ser
concretas y realistas.
Lo anterior es posible porque la estrategia, coordinación y firmeza de
los sectores mayoritarios de la oposición lograron derrotar parcialmente
a la dictadura institucional vigente, un hecho sin precedentes en lo que
respecta a los despotismos institucionales.
La Asamblea Nacional, tiene la oportunidad y capacidad de legislar en
beneficio de la nación, lo que se traduce "en contra del régimen", y la
oposición y de ampliar su base social, al exponer de manera sistemática
y permanente a la población las nefastas secuelas que el chavismo ha
significado para el país.
Es una realidad que el control que ejerce el ejecutivo sobre los otros
poderes del Estado son una seria amenaza a las prerrogativas de la
Asamblea Nacional.
El oficialismo siempre puede recurrir a sus partidarios –particularmente
a los cuerpos de seguridad y a los paramilitares– para generar un clima
de inseguridad con el propósito de intimidar y neutralizar a los
sectores que estén más dispuestos a implementar, a la mayor brevedad,
acciones que tiendan a sacar a Nicolás Maduro del poder, lo que de
lograrse, quebraría la autocracia de manera terminante.
El tiempo es un factor clave para los fines de quienes rivalizan con el
Gobierno.
El régimen tratará de involucrar en sus decisiones a la oposición. Hará
todo lo posible por transferirle la responsabilidad de sus desaciertos,
vincularla a las medidas impopulares que las difíciles circunstancias en
las que se encuentra el país demanden.
En consecuencia, la oposición, aunque tiene que ser cuidadosa en la
estrategia a implementar para sacar a Maduro del Gobierno, debe
apresurarse en esa gestión. Cuenta con recursos legales para hacerlo y
con el apoyo popular necesario, aunque si debe ser transparente en las
razones que la impulsan a buscar la salida del mandatario para que no se
interprete como simple revancha entre fuerzas antagónicas que pueden
conducir al país a una debacle nacional.
El chavismo ha arrastrado a Venezuela a una profunda crisis. Los
factores que han incidido son muchos, pero entre todos destacan la
ineficiencia gubernamental, la corrupción, y muy particularmente la
incubación de conflictos sociales que no dejarán de ser un componente de
desestabilización, aun si esa propuesta populista desapareciera como
fuerza política.
Es de prever que el enfrentamiento será severo.
El oficialismo no sólo corre el riesgo de perder el poder, sino también,
lo que ha derivado en su beneficio por haber gobernado para su exclusivo
provecho por casi 20 años. Además, es posible, que más de uno de sus
líderes termine en prisión, por los graves perjuicios causados a la
nación. En consecuencia, bregarán para no ser defenestrados.
Es evidente que en cualquier acción a tomar hay que considerar la
capacidad de respuesta del contrario. A tal efecto, la oposición debe
estar preparada para responder a las reacciones en su contra que
implemente el Gobierno. Mientras más se aproximen a limitar o lograr la
salida del Gobierno de los herederos de Hugo Chávez, más difícil y
complicada será la situación del país.
La solidaridad con la Venezuela democrática es un mandato que todos los
que aman la libertad deben asumir.
Source: Jaque mate al despotismo -
http://www.martinoticias.com/content/jaque-mate-al-despotismo-opiniones-pedro-corzo/116877.html
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