Publicado el martes, 07.08.14
Maduro rompe lazos con el socialismo de Hugo Chávez
ANTONIO MARIA DELGADO
ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Aunque declare casi a diario que es hijo de Hugo Chávez y que su nuevo
guía ideológico haya sido lugarteniente del Che, el gobernante
venezolano Nicolás Maduro está girando hacia la derecha y prepara
políticas que podrían haber sido recetadas por el FMI en un intento por
contener una crisis económica que amenaza con devorar a su régimen.
Analistas consultados dijeron que Maduro -presionado por una montaña de
deudas y la mayor crisis económicas en décadas- se está viendo obligado
a dejar de lado la visión socialista del fallecido Chávez para apuntar
hacia un modelo similar al vigente en China, con una economía que opera
bajo algunos esquemas de apertura y un sistema político altamente represivo.
"Maduro rompe con Chávez en materia económica", dijo desde Caracas Jesús
Seguías, presidente de la encuestadora DatinCorp. "A Maduro no le queda
otra; se le vino el mundo encima. La única manera de mantener esto, por
un lado, es a través de una brutal represión, y por el otro, tratando de
generar confianza para atraer al capital privado internacional, y el
venezolano".
Según el analista, esa es una de las principales razones por las que
Maduro recientemente incorporó dentro de su "equipo especial" para
reestructurar la administración pública al economista cubano Orlando
Borrego, un hombre que fue muy cercano al Che Guevara.
"Borrego, más que un aval económico, es un aval político. El cambio es
más fácil de aplicar sí en él participa a un cubano para resguardar al
contenido 'revolucionario' del viraje. Es como un aval que él necesita
para que no le llamen traidor a Chávez", aseguró Seguías.
"Con él [Borrego] en el equipo, Maduro les está diciendo a los chavistas
radicales: 'bueno señores, este viraje que yo pienso dar está avalado
nada menos y nada más que por el Vaticano comunista del mundo, que es
Cuba' ", agregó.
Es un cambio de dirección que deja de lado la visión del Socialismo del
Siglo XXI que Chávez, bajo los lineamientos trazados por el recién
destituido ministro de Planificación Jorge Giordani, llevaba años
tratando de consolidar en el país sudamericano.
Entre los primeros cambios que están siendo considerados por el régimen
está la eventual eliminación del complejo sistema cambiario vigente y la
adopción de medidas para ayudar a estabilizar los grandes desequilibrios
macroeconómicos que padece la nación sudamericana.
Hasta el momento, los primeros anuncios de lo que está por venir han
sido formulados por el ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez,
quien lleva semanas hablando sobre la necesidad de aplicar un modelo
mucho más pragmático para tratar de reducir la aguda escasez y la
galopante inflación que están erosionando el respaldo al régimen entre
los sectores populares.
"Vamos a ir a un sistema de convergencia cambiaria [...] Hacia un
sistema de bandas. Manejar tres tipos de cambio es muy complejo", dijo
Ramírez el fin de semana en una entrevista televisiva.
"[Hay] políticas fiscales y monetarias que tenemos que tomar, unas
decisiones antes de ir a un proceso de una convergencia, a un sistema de
bandas de nuestro modelo cambiario y eso va a suceder en el corto
plazo", agregó.
Las medidas estudiadas también incluyen un posible aumento a los precios
de la gasolina, opción que tradicionalmente ha sido vista como tabú en
Venezuela, y la adopción de nuevas estrategias para hacerle frente al
alto costo vinculados con el mantenimiento de las empresas expropiadas,
que "sólo generan gastos", adelantó Ramírez.
El régimen de Maduro también ha iniciado una serie de encuentros con la
banca internacional para tratar de intercambiar impresiones sobre cómo
reducir la elevada percepción de riesgo que ronda en torno al país "y
preparar el escenario para próximas medidas económicas", según un cable
de la agencia Associated Press.
"Los encuentros que tuvieron lugar el mes pasado en Londres y Caracas
ocurren en el contexto de una severa crisis económica, situación que ha
alimentado las versiones de que esas reuniones podrían ser la antesala
de cambios en la política económica del presidente izquierdista Nicolás
Maduro que implicarían fuertes medidas de ajuste", informó la agencia.
Pero el viraje genera serios problemas internos para Maduro, que aún es
blanco de una cantidad de críticas provenientes de los sectores
ortodoxos que están descontentos con la destitución de Giordani, quien
por más de una década trazó los principales rasgos del ordenamiento
político económico que Chávez quería implementar en Venezuela.
"Eso está generando un conflicto interno. Los ortodoxos se están negando
a esos cambios, incluyendo a los colectivos [organizaciones comunitarias
algunas veces armadas que respaldan la Revolución Bolivariana]", comentó
en Miami el analista Helly Angel.
"Los colectivos han estado instando a Maduro a que más bien siga
avanzando en la dirección contraria, que siga consolidando un modelo
hacia un comunismo ortodoxo", agregó.
El que se pretenda girar hacia la implementación de un nuevo modelo está
incrementando el malestar dentro del campo ortodoxo del chavismo,
coincidió Oswaldo Ramírez, presidente de ORC Consultores.
"Las principales críticas que le están viniendo están relacionadas con
la pregunta: ¿por qué Nicolás Maduro está acariciando al poder económico
del país, el poder que según su percepción fue el que provocó la gran
debacle en Venezuela, a través de la guerra económica?", comentó Ramírez
desde Caracas.
"¿Cómo es eso de que los empresarios antes eran los apátridas y ahora
son tus mejores amigos y en quien te vas a apalancar para echar a andar
la producción del país?", expresó.
Ante las difíciles circunstancias que enfrenta, Maduro no ha estado más
que fluctuando bajo el peso de las distintas presiones, comentó.
"Maduro no tiene el carácter de Chávez y mucho menos tiene las
convicciones. El [Maduro] actúa y reacciona de acuerdo a las
circunstancias. En este momento, el desastre económico le está llevando
a empujones al campo del pragmatismo", explicó.
Pero si bien Maduro está siendo llevado por las circunstancias, lo
cierto es que el viraje parece contar con el beneplácito del régimen de
los hermanos Castro.
"Cuba necesita que Venezuela se estabilice, que Venezuela sea gobernable
y que cambie de modelo político a seguir para implementar el mismo que
ellos están tratando de copiar de China", agregó.
"Aunque no lo reconocen, ellos [el chavismo y el castrismo] quieren
ahora pasar a adoptar un modelo similar al de China, que mantiene un
sistema capitalista controlado por el Estado, pero mantiene un modelo
político de controles sobre la población y represión similares al de las
dictaduras socialistas", dijo Angel.
Pero aún está por verse si el viraje que Maduro pretende implementar
podría brindar frutos en el tiempo que se requiere para salvar al
chavismo del colapso.
"Las crisis tienen su propia dinámica, sus propios tiempos, que no
necesariamente coinciden con las dinámicas y los tiempos de los
gobernantes. El tema es que Maduro tiene sus tiempos que no son los
mismos tiempos de la crisis", explicó Seguías.
Maduro tiene una larga lista de problemas políticos que resolver,
incluso dentro del chavismo, para luego comenzar a construir el nuevo
modelo económico.
Entre ellos están los viejos preceptos socialistas que el chavismo lleva
años defendiendo.
"Maduro está en un proceso de convulsión interna, donde todavía no puede
creer que todo lo que le dijeron durante toda una vida era mentira.
Desmontar eso no es nada fácil", dijo Seguías.
"Todo eso forma parte del viraje que tienen que dar. Tienen que quitarse
de la cabeza una cantidad de cucarachas que no sirvieron para nada, que
generaron ruidos innecesarios y que solo sirvieron para ahuyentar a los
inversionistas".
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
http://www.elnuevoherald.com/2014/07/08/1793933/maduro-rompe-con-el-socialismo.html
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