Cuba y Venezuela, dos caras de la medalla
OPINIONES
PASCUAL ALBANESE
Mientras Raúl Castro ensaya una apertura gradual, el régimen de
Caracas intenta endurecerse para resistir. Es una apuesta imposible de
sostener.
Tras la atención que suscitó la presencia del papa Francisco en Cuba en
consonancia con la reanudación de relaciones con Estados Unidos, en la
que el Sumo Pontífice tuvo un papel relevante que fue reconocido por
ambas partes, en Venezuela la condena a Leopoldo López radicaliza el
aislamiento internacional del gobierno de Nicolás Maduro y abre un
inquietante cono de sombra acerca de lo que puede ocurrir con las
elecciones legislativas previstas para el 6 de diciembre.
El régimen cubano aprovechará la visita papal para reforzar la
credibilidad internacional de sus intenciones aperturistas. El arzobispo
de La Habana, cardenal Jaime Ortega, quien desde la visita de Juan Pablo
II a Cuba en 1998 (la primera a realizada a la isla por un Sumo
Pontífice) se convirtió en una pieza central en el vínculo entre el
Gobierno y la Iglesia Católica, se pronunció a favor de la pronta
supresión de "el bloqueo contra Cuba, que mucho nos ha afectado por
tantos años".
En realidad, la posición del Papa sobre el tema es conocida desde hace
mucho tiempo. En un libro editado en 1998, en ocasión de aquel viaje a
Cuba del Papa polaco, el entonces cardenal Bergoglio destacaba que "el
Papa reitera con firmeza su pedido de libertad, dignidad y democracia
para el pueblo cubano, mientras Fidel Castro enarbola la bandera de la
igualdad de trato para Cuba en el escenario internacional de las
relaciones económicas. Creemos que el resultado de este diálogo se ha
transformado potencialmente en realidades palpables, ante la voluntad
del conceder que ha demostrado Fidel Castro y ante la inclinación papal
a promover el levantamiento de las barreras impuestas a Cuba por los
superpoderes".
"Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba!". Aquella
histórica exhortación formulada por Juan Pablo II en 1996 signó la
visita de Francisco, quien fue un protagonista fundamental en el
reciente acercamiento entre Washington y La Habana. La presencia papal
coincide con un punto de inflexión en la apertura internacional del
régimen, implementado a través de una estrategia "gradualista", que
trata siempre de salvaguardar las apariencias ideológicas, pero que ya
no tiene vuelta atrás.
El "boom" turístico desatado a partir del deshielo con Washington es el
síntoma más visible de esta aceleración del ritmo de la apertura. La
llegada de estadounidenses aumentó un 50% en el primer semestre de este
año y todo indica que se trata apenas del principio de una explosión.
Las agencias de turismo pronostican un drástico rediseño del mercado
turístico del Caribe. Cuba desplazará en muy poco tiempo a otros
destinos tradicionales.
Las inversiones privadas en hotelería y servicios para turistas serán la
inyección de capital de más rápido crecimiento en los próximos años y
tendrán un formidable impacto en el nivel de empleo. Aunque la
referencia resulte odiosa, Cuba volverá a ser aquel paraíso turístico de
ribetes cinematográficos que brilló internacionalmente hasta el
advenimiento de Fidel Castro.
Si el "boom" turístico carece de contraindicaciones políticas, mucho más
traumática será la normalización de relaciones entre Cuba y los
organismos financieros internacionales, un requisito indispensable para
la obtención de crédito externo y la reinserción internacional de la
economía caribeña. Pero lo cierto es que en la agenda del diálogo con
Washington revista la conveniencia de que Cuba inicie negociaciones con
el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo.
La "frutilla del postre" del menú aperturista, cuyo contenido es más
económico que político, sería la visita a Cuba de Barack Obama, quien
ansía fervientemente materializar ese paso en 2017, como un broche de
oro de su segundo mandato presidencial. Semejante acto de audacia
política del mandatario estadounidense pudo haber formado parte de la
conversación que mantuvo recientemente con Francisco en la Casa Blanca.
El mundo del revés
Como una desafortunada coincidencia, la cálida recepción del régimen
cubano a Francisco, que implicó entre otras cosas la liberación de 3.500
presos, coincide con la pena de trece años de prisión impuesta por la
justicia venezolana al líder opositor Leopoldo López, en un fallo que
desató una fuerte condena internacional. El secretario general de la
OEA, el uruguayo Luis Almagro (excanciller de José Mujica), solicitó al
gobierno de Nicolás Maduro tener acceso al contenido de la sentencia, al
tiempo que declaraba que "la disidencia no debe ser sancionada con la
privación de la libertad, salvo casos demostrados de violación del orden
constitucional".
Este endurecimiento de Maduro, acosado por el agravamiento de la crisis
económica, obedece a que encumbrados dirigentes de la Mesa de Unidad
Democrática (MUD), el frente único que aglutina a las fuerzas
opositoras, afirmaron que si la coalición triunfa en las elecciones
legislativas de diciembre hará uso de la cláusula de la "constitución
bolivariana" que autoriza la convocatoria de un "referéndum revocatorio"
del mandato presidencial. La radicalización gubernamental está
acompañada por la profundización de la controversia con Colombia, que
llevó a la deportación de centenares de ciudadanos colombianos y a la
clausura de la frontera entre ambos países. Todo indica que Maduro busca
utilizar el conflicto con Colombia para reflotar una retórica
nacionalista que lo ayude a solidificar el frente militar, que exhibe
síntomas de resquebrajamiento.
Mientras Raúl Castro ensaya una apertura gradual, el régimen de Caracas
intenta endurecerse para resistir. Es una apuesta imposible de sostener.
La Iglesia venezolana cuestionó la condena impuesta a López. El
arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, señaló que "la condena es
injusta, incorrecta y negativa". ¿Cuánto tiempo tardará Maduro en
requerir el auxilio de Francisco para que encare una mediación con
Obama, tal como la que acaba de protagonizar entre La Habana y Washington?
Source: Cuba y Venezuela, dos caras de la medalla -
http://www.eltribuno.info/cuba-y-venezuela-dos-caras-la-medalla-n629700
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