Monday, November 7, 2016

Diálogo en Venezuela: ¿Victoria o derrota?

Diálogo en Venezuela: ¿Victoria o derrota?
El actual proceso podría tener consecuencias muy serias
Lunes, noviembre 7, 2016 | René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba.- La pasada semana, la noticia más importante en
Venezuela fue sido el inicio del Diálogo Nacional entre el gobierno de
Nicolás Maduro y el grueso de las fuerzas opositoras agrupadas en la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Aunque durante meses los
antichavistas se mostraron renuentes a admitir la mediación de
expresidentes extranjeros que no les inspiraban confianza, en definitiva
aceptaron sentarse a la mesa de negociaciones a instancias de la Iglesia
católica.

Como suele suceder, el inicio de las tratativas resultó auspicioso. Hubo
el gesto clásico en este tipo de eventos: el tradicional apretón de
manos entre Maduro y el jefe de la delegación de la MUD, "Chúo"
Torrealba. Este último se sintió obligado a explicar a sus seguidores
por qué había obrado de ese modo. Este solo hecho demuestra a las claras
el grado de crispación en que las políticas chavistas han sumido a
Venezuela.

Se anunció que las partes "se comprometen a disminuir el tono de
agresividad del lenguaje utilizado en el debate político". Lástima que,
pocas horas después, las autoridades hayan arremetido de modo virulento
contra Voluntad Popular (VP) —el partido del encarcelado Leopoldo López—
y contra su actual coordinador, el diputado Freddy Guevara. "Es un grupo
terrorista fuera de la ley", afirmó Maduro, quien agregó: "Espero que
los tribunales tomen cartas en el asunto". Un llamado peligroso, si
tenemos en cuenta el grado de sometimiento al poder de las actuales
cortes venezolanas.

Pese a la aparente unanimidad oficialista, es de suponer que, al igual
que dentro de la oposición se observa la postura discrepante de VP,
María Corina Machado y algunos otros, también en las filas del gobierno
haya elementos opuestos al nuevo empeño conciliador. Pero, aparte del
diálogo, no parece existir otra opción sensata.

La única alternativa es que se hagan realidad las ominosas palabras
pronunciadas, tras la reciente invasión de un grupo de chavistas al
recinto parlamentario, por Henry Ramos Allup, el opositor que preside la
Asamblea Nacional: "O vemos cómo solucionamos las cosas o vamos a
terminar matándonos. Si seguimos así, vamos muy mal". A lo que hace unas
horas agregó: "¡Ojalá pudiéramos librarnos de los extremistas!".

Pero la sana aspiración a que los venezolanos encuentren una salida
cívica, pacífica, a la honda crisis que afecta su país, no debe conducir
a que los oposicionistas cierren los ojos ante cualquier intento
manipulador del régimen.

La excarcelación por Maduro de varios presos políticos parece apuntar en
este último sentido. No se plantea liberarlos a todos —medida elemental,
ineludible en cualquier intento serio por solucionar una situación
crítica—; no aparece beneficiado por la medida el ya mencionado Leopoldo
López —el preso de conciencia más emblemático de todo el mundo—. La
medida se aplicó únicamente a un grupito de cinco, seleccionados de modo
arbitrario por las mismas autoridades.

No por gusto el diario oficialista cubano Granma del pasado martes, en
un extenso trabajo de su enviado especial Dilbert Reyes Rodríguez,
expresa su apoyo a lo que llama un "diálogo posible". Los castristas,
cuyo influjo es determinante dentro del actual gobierno de Caracas,
expresan así su apoyo a una medida que no habría sido adoptada de no
haber contado de antemano con su anuencia. Aplican, pues, aquella frase
de "haz lo que digo, y no lo que hago". Aplauden en Venezuela un
intercambio con la oposición, algo que en la misma Cuba no quieren ni
entrar a considerar…

Pero, más allá de cualquier intento manipulador, medidas como el recién
comenzado Diálogo Nacional adquieren su propia dinámica. Parece
razonable pensar que, en medio del desastre en el que está sumida la
Patria del Libertador, la salida a la crisis pase por un convenio entre
demócratas y chavistas. Si no con la generalidad de estos últimos, sí al
menos con su sector menos extremista.

En ese contexto, la sensatez indica que el inicio de este proceso tendrá
consecuencias irreversibles para las fuerzas bolivarianas. Incluso si no
se alcanza un acuerdo constructivo con los representantes oficiales del
régimen de Maduro, cabe esperar que el proceso ahora iniciado propicie
un acercamiento entre los oposicionistas y los sectores más moderados
del oficialismo. Si el presidente negocia con los que hace unas semanas
llamaba "pitiyanquis", ¿por qué no habrían de hacer lo mismo otros
chavistas!

Por fortuna, todo indica que la Mesa de la Unidad Democrática se
mantiene alerta. Previniendo que el gobierno quiera utilizar el Diálogo
sólo para ganar tiempo, Ramos Allup ha alertado que si no se obtienen
resultados en "pocos días", el proceso cesará. El ex candidato
presidencial Henrique Capriles ha sido más tajante, al fijar como fecha
tope el ya cercano 11 de noviembre, día de la próxima reunión plenaria
del Diálogo Nacional.

Source: Diálogo en Venezuela: ¿Victoria o derrota? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/dialogo-en-venezuela-victoria-o-derrota/

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