Wednesday, August 10, 2011

Aquí todo se prohíbe

Aquí todo se prohíbe
Enrique Pereira
Miércoles, 10 de agosto de 2011

Nos hemos llenado de prohibiciones, desde la posibilidad de comprar
dólares, ponerle un justo precio a los bienes y servicios, almacenar
hierro, cemento o café –bienes estratégicos- bajo la visión de este estado

Lo que no se sabe regular, simplemente se prohíbe.

La herramienta fundamental para hacer que la sociedad se entienda es la
construcción de leyes. Las leyes son el cuerpo normativo que fija los
deberes y los derechos de los ciudadanos, para con sus semejantes, con
las instituciones y con el estado.

Los gobiernos deben ser capaces de producir leyes que regulen a la
sociedad y establezcan las condiciones para el desarrollo de relaciones
armónicas. Esta Asamblea produjo una sola Ley en 7 meses. Más de 160
diputados, con una torre de personal de respaldo y un presupuesto
gigantesco, produjeron una sola ley: La ley del deporte. ¿Cuánto le
costó a este país esa institución? ¿Cuánto nos costó esa Ley?

El resto de las leyes las produjo el dedo de Chávez amparado en un
mandato habilitante, que surgió a raíz de una lluviosa emergencia y con
ese mandato, Chávez ha producido un conjunto de leyes que han ido
desmontando nuestra posibilidad de tener una economía sana, fuerte,
progresista y capaz de generar empleo a las juventudes que se
incorporan al trabajo. Con esas leyes Chávez ha manejado el país tal
como si fuera de su exclusiva propiedad y ha dejado de rendir cuentas
acerca de los oscuros manejos de fondos que comprometen nuestro futuro.

Las leyes de Chávez se construyen para prohibir, tal como los decretos
que emite el ejecutivo. Chávez tiene mentalidad militar y la mentalidad
militar es la de la prohibición. Regular sabiamente es difícil, prohibir
y castigar es más fácil. Así las cosas, casi cualquier ley que usted
escarba, está llena de prohibiciones y su sección de penalidades es la
parte más larga de la ley. Para muestra un botón: léase la novísima ley
de costos, precios y salarios.

Nos hemos llenado de prohibiciones, desde la posibilidad de comprar
dólares, ponerle un justo precio a los bienes y servicios, almacenar
hierro, cemento o café –bienes estratégicos- bajo la visión de este
estado, poseer una tierra sin trabajarla, cerrar un negocio por
improductivo, cobrarle la justa renta a un inquilino o pedirle una
devolución del inmueble porque lo necesita un hijo nuestro. Encender la
luz o el aire acondicionado, o enviar un delincuente a las prisiones,
pues la nueva Ministro prohibió esa posibilidad.

Permitir a Globovisión incorporar su señal al cable de Cantv, montar una
estación de radio que no sude comunismo, trabajar en el gobierno si no
se tiene un carnet del partido o contratar con ellos si aparece su
nombre en el conocido CD del difunto.

Lo único que no pueden prohibir es el voto que viene desde nuestras
conciencias. El año que viene, cada venezolano tendrá la oportunidad de
pararse frente a la máquina de votar y colocar su dedo en el lugar donde
su conciencia le indique. Ese día, con el pensamiento puesto en nuestros
hijos y el futuro de la patria, le quitaremos a este gobierno la
capacidad de seguir acabando con nuestro futuro. Ese día, nadie podrá
prohibir nuestro voto.

vienegrande@yahoo.es

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1215245.asp

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