Monday, April 25, 2016

El hambre, política de estado en Venezuela

El hambre, política de estado en Venezuela

Las principales causas de la escasez en Venezuela son las regulaciones
sin ajustes de precios
El presidente Nicolás Maduro insiste en monopolizar las transacciones de
alimentos
La vocación democrática se pone una vez más a prueba
MANUEL CORAO

Cuando Fidel y Raúl Castro convencieron a Hugo Chávez, camino hacia el
irremediable destino final del barinés, apoyar a Nicolás Maduro Moros
para reemplazarlo en la presidencia de Venezuela, el larguirucho
combatiente ya había jurado lealtad a la revolución cubana hacía tiempo.

Raúl Castro avizoró en Chávez una molestia no prevista, hasta el punto
de coincidir con su hermano Fidel en purgar parte de la dirigencia que
conformaba el Acuerdo Integral de Cooperación Cuba-Venezuela firmado el
30 de octubre del 2000.

Una vez el menor de los Castro en el poder, uno a uno los dirigentes
cubanos simpatizantes con Chávez fueron desapareciendo de la escena pública.

El vicepresidente actual de Venezuela, Aristóbulo Isturiz, comentó con
despecho temer haya sido provocada la muerte de Chávez Frías.

Tales antecedentes son de importancia para analizar la actual carencia
en la nación bolivariana.

Las principales causas de la hambruna reinante en la gente son las
regulaciones sin ajustes de precios por tres años existentes para
insumos humanos, realidad de cuantía en el mercado considerando los
índices de ganancia de manera no concertada, la ausencia de otorgamiento
de divisas para la adquisición de materia prima y repuestos en el
exterior para los productores que los requieran, por igual la baja en
los ingresos petroleros y el adoctrinamiento de la economía productiva.

La autoridad socialista invirtió ocho mil millones de dólares en el 2015
para introducir pertrechos que solo llegaron al 20% de la población.
Cuantiosas comisiones se quedaron en el camino, lo cual incidió en las
toneladas arribadas a los puertos locales como la calidad del producto
importado. Funcionarios responsables de tales hechos hoy se pasean
libremente sin recibir castigo por las fechorías cometidas.

Maduro insiste en monopolizar la transacción alimenticia bajo la falsa
premisa que es de la exclusiva responsabilidad de su gestión. De esta
manera se pone de espaldas al pueblo, lo cual demuestra ser su verdadera
intención: implantar el hambre como sistema de vida. Ello le permitirá
exigir incondicionalidades a la población de querer estos acezar a las
despensas y medicinas que son solo distribuidas por el mandatario. Quien
no milite en el PSUV no podrá llenar las plazas de trabajo, como tampoco
recibir educación formal. Aquellos que no se ajusten a tales
requerimientos tendrán que rebuscarse en las calles o mendigar en el
vecindario, y penderá siempre sobre su cabeza la posibilidad de ser
acusados de delitos inexistentes que lo lleven a las mazmorras por el
tiempo que a los Maduro colombianos o cubanos les venga en gana.

La demanda de víveres y subestructuras requiere de 10 a 15 mil millones
de dólares al año. Los hombres de la agroindustria proponen al gobierno
otorgar entre mil y dos mil millones de dólares vía Banco Central de
Venezuela en divisas extranjeras de un total de tres mil quinientas
millones para garantizar pertrechos básicos para el 75% de la población
en el último semestre del 2016. Para cumplir con la meta total,
tramitarían financiamiento externo bajo responsabilidad individual.

Para ello lograr se requiere despenalizar la adquisición de monedas
extranjeras en el mercado no oficial. De igual manera proponen
comerciantes e industriales, otorgar el ejecutivo un bono
antiinflacionario a los 15 segmentos más desprotegidos socialmente
equivalente a 30 mil bolívares mensuales por persona, por tres meses
máximos.

El analista y ex presidente de la Cámara Venezolana de Alimentos
–CAVIDEA–, Tomás Socías López, expresa: "La escasez en Venezuela obedece
al proceso de imposición de ideología que ha prevalecido en el último
año, cuando no se toma en cuenta costos, precios y aumento en las
materias primas. El gobierno insiste en suministrar todo y tomar
decisiones sin escuchar el área productiva privada. La actual ausencia
de divisas es un incentivo para la escasez", puntualiza.

PDVSA, lejos de dirigir cuantiosos cargamentos de crudo a territorios
insolventes, bien podría obtener seguros réditos colocando los embarques
en el mercado internacional. No buscar soluciones en común acuerdo con
las esferas que garantizan la creación de fuentes permanentes de trabajo
para el suministro de nutrientes, medicinas y servicios; es ratificar la
intención hambreadora del régimen. La vocación democrática se pone una
vez más a prueba. De este reto como en las elecciones de diciembre, los
venezolanos adversarán satisfactoriamente intentar someterlos contra su
voluntad.

Director de Venenoticias.

Source: El hambre, política de estado en Venezuela | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-venezuela/article73422187.html

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