Pollos en las redes

Pollos en las redes
Raúl Rivero | Madrid | 8 Jun 2013 - 10:03 am.

Maduro enseñará que un gobierno totalitario lo mismo mata la libertad
que gestiona el hambre.

Nicolás Maduro, animador principal del socialismo del siglo XXI en
América Latina, utilizará la tecnología punta para imponer en su país
una eficaz cartilla de racionamiento y librar así a los venezolanos de
las colas y las broncas entre vecinos en los supermercados por un poco
de harina de maíz o aceite. De paso, les enseñará que un gobierno
totalitario lo mismo mata la libertad que gestiona el hambre.

Se trata de un plan piloto que controla 20 productos básicos de la
canasta familiar y de aseo personal. Se pondrá en vigor dentro de unos
días en Maracaibo y San Francisco, en el estado de Zulia, y se extenderá
luego como las epidemias por todo el país en el mismo camino que ha
seguido la ruina de la producción industrial, agrícola y pecuaria
después de 14 años de acoso del chavismo al sector privado.

Maduro y su coro de jefes culpan de la crítica situación de escasez que
padece Venezuela a unas pandillas de acaparadores, contrabandistas y
otros enemigos del pueblo, empeñados en acabar con los abastecimientos,
lanzar una inflación incontrolada e impedir que se consigan créditos
internacionales.

En los territorios de Zulia donde comenzará el estricto control de los
alimentos, el jabón, el detergente y el papel higiénico, funcionará una
red de comunicación entre los centros comerciales para que los
ciudadanos no puedan adquirir los rubros racionados dos veces en el
mismo día. Los funcionarios gubernamentales quieren que la compra se
haga una vez a la semana.

Es una copia sofisticada y moderna de la libreta que está vigente en
Cuba desde marzo de 1962. Mediante ese documento se pueden recibir, con
el pago en dinero cubano, un pan al día, diez huevos y 7 libras de
frijoles al mes. No hay, como habrá en Venezuela, un sistema manejado
por informáticos y ordenadores. Allá se usa un cuaderno de papel estraza
en el que los bodegueros escriben con tinta de bolígrafos.

El sistema de racionamiento cubano, que es muy específico y abarcador,
distribuye unos gramos más de alimentos para menores y ancianos, obliga
veces al sobresalto de leer en la carnicería del barrio un letrero como
este: "Llegó la carne de niño".

Internet salvará a venezolanos de las sugerencias de antropofagia. Pero
la cartilla virtual de Maduro los hará sentarse a la mesa a comer como
en Cuba. Mal y poco.

http://www.diariodecuba.com/internacional/1370623103_3648.html