Saturday, May 19, 2012

Sindicalismo estatista

Sindicalismo estatista
León Arismendi
Viernes, 18 de mayo de 2012

La versión original de esta nota fue publicada, creo, en 2009, y si
ahora insisto en ella, con algunos retoques, es porque la LOT acaba de
ratificar lo que entonces dije.

Los dos partidos que tuvieron más influencia en el surgimiento del
sindicalismo venezolano fueron el PCV y AD, ambos tributarios de la
estructura leninista de partido, del culto al aparato, a cuya existencia
se supeditaba todo. También coincidían en atribuir a los sindicatos el
papel de correa de transmisión de la política del partido a los
trabajadores.

La condición de organización policlasista que asumió AD ­en contraste
con la de partido de la clase obrera, propio del PCV­ quizás haya
ayudado a hacer menos obvio el control del otrora infalible CEN sobre
los sindicalistas y su buró. No obstante, el peso de éste, y el de unos
cuantos dirigentes, que sabían y tenían autoridad para defender su
especificidad, les permitió construir una fuerza sindical con cierta
autonomía. En el caso de los camaradas, la mitología de la conciencia de
clase, de la cual el partido es devoto, dejaba y deja poca capacidad de
acción independiente a los cuadros sindicales. La distancia entre estos
y el partido era ninguna. La designación de un presidente de la CUTV sin
la anuencia del Buró Político del PCV está en la hipótesis del nunca jamás.

No he encontrado papeles que evidencien que la libertad sindical, salvo
en los tiempos de Pérez Jiménez, haya sido un gran tema de debate entre
los dirigentes de los trabajadores. Los de AD porque el partido les
facilitó el control del Ministerio del Trabajo y sus Inspectorías, con
lo cual les permitían ampliar su poder, apalancados en una legislación
laboral muy intervencionista en la vida de los sindicatos. En el PCV
pesó demasiado el mundo soviético y su ideología, que pugnaba con el
Convenio Nº 87 de la OIT sobre Libertad Sindical, cuyos
contenidosesenciales: pluralismo, independencia frente a los patronos,
el Estado y los partidos, son incompatibles con el totalitarismo y su
régimen de sindicatos únicos, impuestos desde el poder del Estado. En
ese Convenio se apoyó Walesa y el sindicato Solidaridad para acelerar el
derrumbe del comunismo polaco.

En fin, el estatismo es una especie de tara cultural que pesa mucho en
nuestro sindicalismo. En el caso de los afectos al actual gobierno, con
contadas excepciones, el drama es mayor. Tienen ideas tan nebulosas de
la libertad sindical que les parece de pinga que Chávez les ordene lo
que deben hacer; se visten de rojo y son activistas del PSUV. La recién
creada Central Socialista de Trabajadores y Trabajadores, de la Ciudad,
el Campo y el Mar tuvo como padrino de bautizo, en su acto fundacional,
al Jefe del Estado, pero ellos dicen que ahora hay más libertad sindical
que nunca, porque las Inspectorías son "rojas rojitas" y sus
arbitrariedades dejan enpañales a las del otrora buró sindical adeco.
Eso es lo que acaban de certificar en la LOT: Mas Estado y menos
sindicalismo. Tronco de revolución.

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/1570391.asp

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