Tuesday, May 29, 2012

Se comienzan a respirar aires democráticos

Se comienzan a respirar aires democráticos
Liko Perez
Martes, 29 de mayo de 2012

Críticas contundentes... posiciones encontradas y reflexiones
antagónicas se publican a diario y sin censura, en los pocos medios de
comunicación social al que tienen acceso los opositores.

Que si Capriles es poco incisivo contra el régimen... que si la hazaña
de Maldonado ha de auparse o condenar... que si las estrategias de la
MUD son acertadas o equívocas. En fin, un sinfín de reflexiones que van
desde la aprobación irrestricta de la campaña que maneja la dirección
opositora hasta su desaprobación total.

Todo indica, por fin, que dentro del sector de la oposición se vive de
nuevo una autentica vida democrática (el derecho a la crítica sin
descalificar) que genera discusiones que fomentan la perfección de
nuestra campaña electoral. Ya que generalmente no existen odios
escondidos en el lenguaje utilizado, sino quizás algo de exaltación, o
más bien, diría yo, que lo que se busca, con estas discrepancias, es
quizás una manera de profundizar y fortalecer nuestro mutuo entendimiento.

Este fenómeno (el polemizar asuntos internos públicamente) es una
pequeña muestra de lo que debería ser y no es. Y cuando digo "lo que
debería ser", me refiero a la ausencia de los bozales (de todo tipo) que
este majunche fascismo disfrazado de revolución ha impuesto en nuestra
sociedad con ayuda de fuerzas extranjeras claramente enemigas de la
libertad, de cualquier tipo de disidencia y probados represores de
cualquier iniciativa individual.

Así que cuando leo u oigo nuestras discrepancias internas ventilarse
públicamente, habitualmente con decencia, con argumentos reales y sin
mentiras, trampas o artimañas, me siento como en una Venezuela renovada.
O más bien, siento como que si desde ya, con estos paradigmas públicos,
comenzáramos a recuperar nuestra identidad perdida.

El debate público es uno de los pilares fundamentales de la democracia;
defenderlo, aunque no nos guste lo que nos digan, es parte del discurrir
democrático. Y si lo pensamos bien, tras de la vehemencia o exaltación
de los que opinan, siempre lograremos vislumbrar algún desengaño fácil
de corregir; o en el mejor de los casos, lograremos rescatar alguna
verdad que nos ayude a entendernos y por ende a profundizar la unidad.

Una cosa está clara, la grandísima mayoría de los que opinamos a favor o
en contra de alguna estrategia de campaña, no dudamos de que nuestro
candidato irrestricto es Henrique Capriles Radonsky. Y que con él al
mando quedará garantizada nuestra libertad de expresión por muchos años
por venir.

liko.perez@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/8448368.asp

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