Sunday, May 20, 2012

Radicalizar la campaña

Radicalizar la campaña
Liko Perez
Domingo, 20 de mayo de 2012

Nada de lo estructuralmente fallido que vive la nación se pone en
entredicho. El nefasto reparto, o la estructura paternalista, no se
toca, sino más bien se refuerza. La vergonzosa administración de la
justicia, las verdaderas injerencias externas (FARC-Cuba) y el carcoma
del narcotráfico ni se mencionan.

Mucho se ha oído ya sobre la pobreza retórica de la campaña de la MUD.
La última gota que reboza el vaso es el distanciamiento oficial (por
parte de nuestro candidato) de algunas de las voces democráticas del
continente, que, como en el caso de Álvaro Uribe, exigen más claridad en
la confrontación política.

Nada de lo estructuralmente fallido que vive la nación se pone en
entredicho. El nefasto reparto, o la estructura paternalista, no se
toca, sino más bien se refuerza. La vergonzosa administración de la
justicia, las verdaderas injerencias externas (FARC-Cuba) y el carcoma
del narcotráfico ni se mencionan. Las misiones, las dádivas y las
políticas majunche, se ventilan como banderas renovadoras. Nada nuevo o
radical se avienta cuando perentoriamente hace falta distanciarse de lo
ya establecido.

¿Qué pasa en el comando de la MUD... que no interviene y dirige la
retórica de nuestro candidato...?

Y no es sólo un asunto de retórica, sino un asunto de fondo, de una
desconsolada aceptación de no confrontación a la dictadura donde ésta es
más evidente, y de un no comprometerse a defender, a como de lugar, y de
manera explícita, los derechos violados, los desmanes constitucionales y
los valores burgueses que garantizan el buen funcionamiento de cualquier
sociedad estable.

Es como si nos diera miedo decir que la burguesía es buena, en vez de
decir que todos tenemos derecho a ser burgueses.

Cómo apuntó George Lakoff, utilizar la misma retórica que utiliza el
enemigo, enturbia las posibilidades de derrotarlo.

¿Por qué no nos sinceramos y claramente manifestamos, de una vez por
todas, a que sociedad queremos pertenecer...?

¿O es que vamos a cargar con este muerto y revivirlo en una majunche
sexta república...?

Aquí, quien debe de mandar es la MUD, que son muchos, y el candidato, a
mucha honra, debe simplemente ser un servidor público que debe someterse
al dictamen de la mayoría que lo eligió.

Ergo: la culpa de cómo van las cosas no es entonces de nuestro
candidato, sino de quienes no lo ayudan a mantener la línea de
confrontación que nos diferencie de lo grotescamente establecido.

liko.perez@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9777302.asp

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