Tuesday, May 15, 2012

Mitos del combate a la pobreza

Mitos del combate a la pobreza
Pasan planes, décadas y millones de dólares sin que el país pare de
hundirse en una pobreza endémica
WOLFGANG U. MOLINA | EL UNIVERSAL
martes 15 de mayo de 2012 12:00 AM

Mientras políticos y académicos fabrican mitos para ganar elecciones y
notoriedad, pasan los planes, las décadas y los centenares de millones
de dólares gastados, sin que Venezuela pare de hundirse en una pobreza
endémica. He aquí siete verdades para acabar con esos mitos:

Eliminar la pobreza es el objetivo nacional. La pobreza no es uno de
nuestros grandes problemas, es nuestro único y gran problema. Resolverlo
requiere del esfuerzo de todos, en especial de los pobres quienes deben
ser actores activos, no pasivos. Si la proporción de pobres supera el
80%, no se puede esperar que solo el Estado o el 20% restante le
resuelvan el problema a la mayoría.

La pobreza esta en los valores individuales y familiares. Cuando una
niña de hogar inestable se embaraza siembra sin quererlo la semilla de
la pobreza. El Estado no puede cambiar las mentalidades, pero puede
enderezar ciertas tendencias, por ejemplo, no pagando por "niñas
preñadas" como propone Chávez, sino más bien condicionando la ayuda
estatal a que no se reproduzcan conductas generadoras de pobreza,
procurando todos los métodos voluntarios de planificación familiar,
penalizando la paternidad irresponsable y obligando al pago de una pensión.

Solo se vence la pobreza creando riqueza. El remedio para la pobreza es
una mezcla de empleo + productividad. Ayudar a la economía es ayudar a
los pobres. Mayor rentabilidad es sinónimo de reducción de la pobreza.

Redistribuir la riqueza solo genera pobreza. El crecimiento económico y
la creación de riqueza requieren de elites educadas. Estas son, por lo
tanto, aliadas de los pobres. La lucha de clase lleva a la pobreza
colectiva. El pacto social es indispensable. En un país en equilibrio,
la clase media solo puede financiar la estructura del Estado que le
servirá a sí misma. Grabar excesivamente a ese 20% solo provoca fuga de
cerebros y de capitales.

El objetivo no es la igualdad sino elevar el nivel mínimo. Nacemos
iguales y las oportunidades deben ser iguales para todos, pero igualdad
en la línea de partida, no en la línea de llegada. Cuando crece la
economía, crecen también las diferencias. Es incompatible reducir la
pobreza y buscar de la igualdad a corto plazo. La situación puede
mejorar mucho, pero la igualdad emergerá entre los niños en la escuela.
Hay que esperar una generación.

Invertir, no dar regalos. Salud, educación e infraestructura.
Hospitales, agua corriente, cloacas, vialidad, pero no viviendas, ni
electrodomésticos. 12 años de escolaridad gratuita para todos, pero no
más allá. Regalarle el almuerzo a un universitario en Caracas le quita
oportunidades al campesino miserable de la Venezuela profunda.

Respetar la ley ayuda a los pobres. Fortalecer institucionalidad protege
a los débiles de los más fuertes. La igualdad entre los ciudadanos
comienza ante la ley. Los pobres también deben cumplirla y pagar
impuestos. Sin salsa como música de fondo, hay que pedirles hacerse
responsables de sí mismos y de su propia familia.

Salir de la pobreza exige de los pobres disciplina y sacrificio. Quizás
por ello preferimos los mitos.

wolfgangumolina@gmail.com

Twitter: @WolfgangUMolina

http://www.eluniversal.com/opinion/120515/mitos-del-combate-a-la-pobreza

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