Saturday, May 5, 2012

Las mafias rojitas

Las mafias rojitas
Las cúpulas ligadas al gobierno se han corrompido más allá de lo
conocido de gobiernos anteriores
FRANCISCO OLIVARES | EL UNIVERSAL
sábado 5 de mayo de 2012 12:00 AM

Mientras en el PSUV se espera alguna señal que despeje el dilema de qué
ocurrirá con el candidato presidente, las distintas variantes siguen su
curso, según los escenarios que fueran planteados por Wilmar Castro
Soteldo. Es muy probable que Chávez no sea el candidato y en
consecuencia solo quedarían las otras dos opciones: con elecciones o sin
elecciones.

Para una suspensión de elecciones sería indispensable un acuerdo entre
la dirigencia del PSUV y el sector militar. Aunque sabemos que dentro de
la FANB existe un grupo radical, muy fiel al chavismo, no creo que
exista el suficiente liderazgo y disposición para acompañar a la
dirigencia del PSUV en una aventura de esa naturaleza. Los radicales del
sector militar son altos jefes de la FANB y la GNB que han sido
señalados de estar comprometidos en actividades ilícitas manejadas desde
el poder. Estos oficiales cuyos nombres todos conocen, podrían tener
muchos motivos para participar en una acción anticonstitucional, sin
embargo en un escenario de "no elecciones" pero sin Chávez, no creemos
que exista la suficiente confianza como para lanzarse en una aventura
semejante. Al final, la negociación pudiera ser mejor opción para ese
sector.

Pero el panorama no se resuelve tan fácil. Las cúpulas ligadas al
gobierno, civiles y militares, se han corrompido más allá de lo conocido
de gobiernos anteriores. Ya no se trata de corrupción administrativa.
Hablamos de verdaderas mafias organizadas que en distintos ámbitos se
han enquistado en el poder. Estas van desde el narcotráfico, cuyos
ejemplos más conocidos fueron las manejadas por Makled, y el "Cartel de
los Soles", y otras que negocian con los bienes manejados por el Estado
como la "Mafia de la Cabilla", las contrataciones de grandes obras, las
importaciones de alimentos, medicinas y otros bienes, y hasta las
minimafias que operan en las gobernaciones y alcaldías rojitas.

Debemos aclarar que no se trata de todo el PSUV o toda la FANB. Son
cúpulas que comienzan a ser cuestionadas por sus propias bases.

Las confesiones de Aponte Aponte ponen de relieve solo una parte de esa
estructura corrupta que combina la política con el dinero y que ha
crecido al lado de la destrucción institucional. Pero además esas mafias
han permeado hacia abajo y sus operadores callejeros son escoltas,
policías y malandros (buenandros) de barrio, armados, protegidos y con
carnet. De allí el auge de secuestros, homicidios y sicariato, que lucen
incontrolables. De modo que lo que tenemos por delante no es solo un
problema político de ganar o perder unas elecciones, sino el dilema de
cómo recuperar una república que se pierde indetenible en el foso de la
violencia y la corrupción.

Twitter: folivares10

http://www.eluniversal.com/opinion/120505/las-mafias-rojitas

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