Saturday, May 19, 2012

La degradación de la justicia ha devenido en una degradación ética de la sociedad

Socialismo indigno

La degradación de la justicia ha devenido en una degradación ética de la
sociedad
FRANCISCO OLIVARES | EL UNIVERSAL
sábado 19 de mayo de 2012 12:00 AM

Imagino que para las nuevas generaciones resultará normal vivir en
violencia. Me refiero a la generación que se está formando en
socialismo. A veces no nos damos cuenta pero en 13 años de revolución se
ha implantado un modo de vivir que ha ido borrando la idea de que el
venezolano pueda merecer una sociedad pacífica y justa.

Que la ciudad se paralice en medio de un tiroteo como el ocurrido el
jueves en la cárcel de La Planta es normal. ¿Hubo solo dos muertos? Que
los vecinos del lugar tengan que pasar el día y la noche arrastrándose
dentro de sus apartamentos por temor a recibir una bala también es normal.

La flamante ministra Iris Varela lo explica con sabiduría: uno, es que
esos hechos ocurren debido a la exaltación de los sucesos que hacen los
medios de comunicación "privados" porque en los públicos el suceso no
existe. Y la otra, es que es un asunto viejo heredado de la cuarta
república.

Por ello Iris Varela está llevando "el socialismo" a las cárceles de
Venezuela y con mucho tino, el Gobierno ha vendido la idea de haber
"dignificado" a los excluidos y en particular a los privados de libertad.

Bajo ese concepto se ha permitido que en La Planta una joven "visitante"
muera asesinada en la madrugada por su pareja (un "pran") con quien
pasaba la noche. La "dignificación" llega a tal extremo que son los
presos quienes imponen las leyes en el penal. ¿Cómo puede heredarse que
las mujeres puedan pasar el fin de semana con sus parejas en las cárceles?

Y entrando en temas más complejos, las autoridades reconocen que los
negocios que emanan de las prisiones, alcanzan a millones de bolívares
por mes. El tráfico de armas, la prostitución, el secuestro y el tráfico
de drogas, conforman el menú que ha hecho que algunos delincuentes
confiesen que prefieren estar presos por las ganancias. Ese negocio
permite que un guardia, un policía, un alto oficial y hasta un juez
reciba parte del botín.

El modelo se ha repetido en las barriadas del país y en los refugios en
donde ya es normal la violación de una niña y los tiroteos a media noche.

Si bien es de reconocer que estos problemas se observaban en los tiempos
de la democracia, en revolución se han profundizado y se han diversificado.

Cuando desde el alto poder se les dio órdenes a los jueces y se manipuló
la justicia, tal degradación se extendió ya no solo al interés político
de torcer un expediente sino que le puso precio a cualquier transacción
en el sistema de justicia.

La degradación de la justicia ha devenido en una degradación ética de la
sociedad en su conjunto. Lo dramático de ello es que las generaciones
que se están formando en revolución vean como natural el nuevo modo de
ser socialista.

Twitter:@folivares10

http://www.eluniversal.com/opinion/120519/socialismo-indigno

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