Wednesday, May 16, 2012

De La Habana a Caracas, radioterapia electoral

Publicado el miércoles, 05.16.12

De La Habana a Caracas, radioterapia electoral
Miguel Cossio

Entre la alevosía de Fidel Castro y la astucia mediocre de Hugo Chávez
es imposible saber cuál es el verdadero estado de salud del mandatario
venezolano.

A la distancia pueden apreciarse varios escenarios. Uno de ellos, y no
es el más desechable, es que el par de amigotes estén jugando a las
mentiritas; es decir, engañando con la verdad, con el propósito de
presentar a un Chávez resucitado por la mano de Cristo, a quien se ha
encomendado. Un milagro que le permitiría presentarse a las elecciones
de octubre, bendecido por la gracia divina.

Pero tal jugarreta contiene riesgos tanto para el discípulo como para su
mentor. El más obvio es que el milagro no se produzca y finalmente se
llegue a las elecciones con un candidato en pleno deterioro físico. Otro
riesgo es de tiempo. Hasta cuándo pueden mantener el juego de las
mentiritas, sin que el electorado, sobre todo el prochavista, caiga en
el escepticismo, a pesar de lo que hoy arrojan las encuestas.

Un segundo escenario es que tengan que renunciar al engaño y reconocer
la verdadera situación de salud de Chávez. En ese punto crítico estaría
el detalle, como decía Cantinflas, cuando ya sin vuelta atrás tengan que
acudir a un candidato sustituto, llámese Cabello, Maduro, Jaua o Chávez
(Adán, claro está). O buscar anular las elecciones, variante para la que
el chavismo más reacio ya se ha estado preparando, según cuentan tirios
y troyanos de la política venezolana.

La primera señal de tal posibilidad vino del propio Chávez cuando hace
unas semanas ordenó la retirada de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos de la OEA; y la segunda con el movimiento de los
generales de más alto rango, acompañado de la cacareada advertencia del
chavismo rojo, rojito, de que sectores "duros" de la oposición andarían
preparando actos violentos para impedir los comicios. Un invento total
que nadie se cree.

Desde el punto de vista humano, lo más deseable sería que un hombre
enfermo, como Chávez, al borde de la muerte, se dedicara a atender su
salud 100% y a vivir para su familia y para sí mismo.

Al final del día, todas las ambiciones y egocentrismo, toda la gloria
del mundo, como dijo Martí, cabe en un grano de maíz. La grandeza es
saber renunciar a cualquier interés personal en beneficio del resto. Por
desgracia, ni Chávez, como tampoco Castro, a pesar de su supuesto
alejamiento de la política, quieren declinar su hegemonía para
mantenerse artificialmente en el poder.

Habrá que ver qué ocurre en los próximos días o semanas, cuando Chávez
regrese a La Habana para una "revisión médica de rutina". De manera que
don Hugo seguirá yendo y viniendo, gobernando por twitter, hasta que o
bien no pueda más, o bien el electorado se canse.

Hagan juego, señores, la apuesta es de vida o muerte. No sólo para
Chávez, sino para los pueblos de Cuba y Venezuela, atados por ahora a la
suerte de un tipo.

http://www.elnuevoherald.com/2012/05/16/1203991/miguel-cossio-de-la-habana-a-caracas.html

No comments:

Post a Comment