19-Sep 06:42 am|Georgely Morín
Damnificados de tres refugios en Caracas piden que los niños sean
reubicados en planteles cercanos
El regreso a clases comenzará con dificultades en tres refugios de
Caracas ubicados en La Silsa, avenida Sucre y La Rinconada, donde hay
madres que esperan que sus hijos sean reubicados en centros educativos
que queden cerca para evitar inasistencias, gastos en transporte público
y hasta pérdida del año escolar.
Algunos de los 500 niños que viven en la tribuna C de La Rinconada
tienen ese problema porque pasaron de vivir en sectores como La Vega, La
Silsa y El Valle a estar refugiados en el hipódromo. "Ahora,
trasladarnos a las escuelas se hace difícil", cuentan varias madres del
refugio que prefieren mantenerse en el anonimato.
En La Rinconada el problema lo tiene un grupo de niños y adolescentes
que pasó a séptimo grado y aún espera un cupo en los liceos cercanos.
Los que acuden a educación primaria fueron reubicados en una escuela a
pocos metros del refugio en marzo pasado, informó un grupo de damnificadas.
Edilia Pérez, una de las líderes del refugio de La Silsa, explica que
algunas de las 118 familias que viven allí tienen el mismo problema:
"Aquí hay dos casos de niños que dejaron de ir a clases porque vivían y
estudiaban en Casalta y cuando vinieron damnificados a La Silsa sus
mamás no tuvieron para pagarles el pasaje".
A la espera de los Simoncitos. Muchas mujeres en estos refugios tienen
niños pequeños o están embarazadas; por esa razón piden la instalación
de Simoncitos para que allí los cuiden mientras ellas salen a trabajar.
En el refugio de La Silsa plantean que se construya uno de estos centros
en el lugar donde aún permanece maquinaria que se utilizaba cuando allí
funcionaba una lechería.
"Hay muchos niños que se quedan aquí todo el día, hay madres que no
tienen para pagar una guardería o les quedan muy lejos", dijo Yajaira
Salcedo.
Recordó que en el sótano del refugio había un sitio destinado para las
tareas dirigidas de los niños, pero les fue arrebatado por la junta
parroquial de Sucre.
En el centro para damnificados ubicado en la avenida Sucre, donde antes
funcionaba la Casa Taller Jacobo Borges, hay materiales de construcción
apilados en el patio. "Allí iban a construir un simoncito, pero se quedó
así", mostró Yanet Moreno, una vocera del refugio.
Familias damnificadas consultadas también están a la espera de que el
Gobierno les suministre útiles y uniformes escolares.
"No tengo trabajo, no tengo dinero, por eso mis hijos tardarán en ir a
la escuela, pues si no llevan los útiles no los reciben", dijo Salcedo,
de La Silsa.
"La lista de mi hija me salió en 420 bolívares y eso que no piden muchas
cosas", agregó Edilia Pérez.
En La Rinconada también esperan que el Gobierno los ayude con los útiles
escolares para el regreso a clases pero, sobre todo, piden que se
mejoren las condiciones en las que viven.
Hay tanta inseguridad que se han robado las tuberías de cobre para
revenderlas, lo cual crea filtraciones que pasan de un piso a otro.
"Aquí entra quien quiere, hasta hemos tenido que sacar a indigentes",
reclama una de las madres en el lugar.
A diferencia de los refugios de La Silsa, avenida Sucre y La Rinconada,
en el albergue ubicado en la sede de Seguros Federal, en Los Cortijos,
los niños sí fueron reubicados en escuelas de la zona, pues las personas
que allí viven quedaron damnificadas desde 2010.
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