Tuesday, September 13, 2011

¿A quién protegen?

¿A quién protegen?
Teodoro Petkoff
Martes, 13 de septiembre de 2011

¿Quién es el propietario de la narcoavioneta? 
¿No tenía nombre? ¿Por
qué esa información tampoco aparece? ¿No debieran estar detenidos y
sometidos a juicio esos personajes, propietario y pilotos?

¿Por qué esa información vital no ha sido suministrada por las
autoridades? ¿Quiénes eran los pilotos de la aeronave? Del copiloto se
dice que murió en la balacera

El caso de la narcoavioneta es un cangrejo artificial. No existe ninguna
razón para que el misterio que la rodea sea tan espeso como se ve hoy,
que no se sabe nada de nada.

Una avioneta no es un velocípedo realengo, sino un tipo de vehículo que,
aún más que los autos, las motos y las bicicletas, está perfectamente
registrado, con todos sus datos consignados en expedientes para cada
aeronave.

Tienen siglas, localización aeroportuaria y ninguna puede despegar sin
un plan de vuelo detalladamente establecido y presentado a la torre de
control del aeropuerto.

Pero, y es lo más importante, tienen dueño y el o los pilotos que las
vuelan están también obligados a proporcionar la información sobre ellos
mismos a las autoridades aeroportuarias.

Ni siquiera en este desorden que es Venezuela dejan de cumplirse estos
requisitos De modo que hay algunas preguntas que no han recibido ninguna
respuesta hasta el sol de hoy, en un affaire que se refiere a un
cargamento de tonelada y media de cocaína, que no es propiamente concha
de ajos.

¿Quién es el propietario de la narcoavioneta?

¿No tenía nombre? ¿Por qué esa información tampoco aparece? ¿No debieran
estar detenidos y sometidos a juicio esos personajes, propietario y
pilotos? Hay un detalle adicional. Al sitio donde aterrizó la avioneta
llegó una comisión de la policía de Falcón, que fue recibida a tiros por
quienes viajaban en la aeronave. La patrulla quedó toda agujereada y los
agentes policiales están presos. La patrulla desapareció sin dejar
señales. Nadie la ha vuelto a ver y hasta ahora el comportamiento de las
autoridades quisiera hacernos creer que la responsabilidad de este
enorme delito, que involucra miles de millones de bolívares, es de unos
humildes agentes policiales provincianos, de un pueblito de Paraguaná.
El propio Chávez ensayó una explicación: se trataba de una "entrega
controlada", en combinación con el gobierno de Honduras. Pero el
silencio de éste es elocuente. No se mete en ese rollo. Ello confirmaría
lo que a todas luces ya no puede ser considerada sino como una mentira
más de las típicas del Presidente.

Con todos estos elementos es forzoso llegar a una conclusión, que hasta
que sea rebatida por los hechos, no puede sino mantenerse.

Esa avioneta y su cargamento pertenecen a un pez muy gordo, al cual, con
una desvergüenza y un cinismo ya proverbiales, se está protegiendo. No
se informa nada porque no se quiere que se sepa quiénes son los
narcotraficantes involucrados en el asunto. Ahora bien, una de dos. O
son personajes de mucho peso económico y político, vinculados a gente
del gobierno pero no funcionarios de éste, o son propiamente
funcionarios públicos de muy alto coturno. Existe una tercera hipótesis;
que sean las dos alas de un mismo pájaro.

Socios de un mismo negocio. Y esto es tal vez lo más probable. Lo cierto
del caso es que no necesitamos de la DEA y los gringos para saber que
nuestro país es hoy un importante centro de distribución mundial de la
droga.

Eso es vox populi aquí, así como los nombres de quienes manejan el
negocio, tanto militares como civiles. Pero el gobierno permanece mudo.
¿Por qué?

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1772796.asp

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