Thursday, September 8, 2011

Operación lástima

Operación lástima
Lucy Gómez
Jueves, 8 de septiembre de 2011

Hoy, se trata de transmitir en vivo y en directo, todas las
comunicaciones: lacrimosas, pretendidamente estimulantes,
sentimentaloides, tristonas, exageradamente alegres , todos los
rituales de sectas, religiones, creencias, deseándoles salud

Se ha vuelto un elemento importante de la campaña electoral
venezolana, el uso de un recurso constante en las relaciones personales,
familiares o conyugales, en Venezuela y por supuesto, en todo el mundo:
la lástima. La lástima brota de varias formas, generalmente por un
sentimiento de compasión , por sentir con otra persona, sus problemas,
sus desgracias. En realidad, la lástima avanza hacia el desdén con
sigilo. Sin embargo, esté o no el desdén presente, es un sentimiento
poderoso: obliga a hacer cosas por otro, muchas veces en detrimento
de los intereses propios.

Este detalle, no solo sentir con el otro, sino que a partir del
sentimiento, haya tal empatía que el que siente lástima se vea
prácticamente obligado a dar algo al que siente que carece de salud,
de dinero, de alegría o de amor, convierte a la lástima en un resorte
poderosísimo. Porque la lástima, que puede ser provocada por una
carencia natural, por una carencia inexistente o por una carencia
existente que se exagera, puede y es muchas veces manipulada por el
triste, el carente, el hambriento, el desterrado, la abandonada.

Es típico el caso de las esposas que amenazan continuamente con matarse
si las abandonan porque no las quieren mas, apelando no al amor, sino
a la lástima.

Está el caso de los indigentes o de los pedigüeños, que cuentan unas
tragedias totales, o exhiben las llagas para que a uno le de lástima y
les de dinero en la calle. Unos con cuentos mejores que otros. Los
mejores, manejan mejor la lástima.

Lo que no había experimentado era el uso de la lástima en política. Sé
que a muchos amigos de la oposición la enfermedad del Presidente no les
da lástima, sino rabia, pero lo que digo no es que a todo el mundo se
la genere , sino que actualmente presenciamos una manipulación de la
enfermedad real o supuesta que tiene Chávez ( no voy a comentar sobre
ese galimatías de supuestos reportes de expertos sobre las terapias y
los síntomas clásicos de cáncer ; porque no sè absolutamente nada de eso)

El chantaje emocional sí es una materia que conozco bien. Cuando lo veo,
reacciono inmediatamente en contra. Y este es uno de los mejores casos
de chantaje emocional que conozco, además en cadena nacional. El
Presidente, que estuvo escondiendo por largo tiempo que estaba en
tratamiento médico, descubrió la empatía que producía la enfermedad que
declara, por la gravedad que supone. Primero gozó de las mieles de la
simpatía internacional, por "su valentía al declarar que tiene cáncer".

Luego, se empezó a montar el espectáculo, que en principio se
restringió a sus idas y venidas de Cuba, hasta que se volvió una
constante en nuestras informaciones diarias, el Presidente con su
primera sesión de quimio, con su segunda y con su tercera, sus paseos
con sus hijas, los ruegos de su madre , con ojos llorosos, por su salud,
los ojos transidos de las ministras cuando les dirige la palabra en
consejo de ministros o en un acto cualquiera, su corte de pelo al cero,
los muchachos dominicanos que se rapan el pelo a su vez " en
solidaridad". Las vigilias de chavistas frente al Hospital Militar. Sí,
el recurso dramático del enfermo que dicta su última voluntad desde
una cama del hospital Militar se usa "ad nauseam" meses antes de las
elecciones en lo que se ha convertido en una verdadera Operación Lástima.

Hay encuestadores que se han dedicado a medirlo. Y pese al desastre de
sacar las reservas y llevarlas a bancos brasileños y chinos, de poner a
Gadafi a la altura de Bolívar, de volver a Caracas la ciudad de las
marchas, por las protestas diarias debidas a asesinatos, apagones,
robos, impagos constantes y otras linduras, el Presidente no se ve como
el responsable de los desastres, no porque no sea responsable, sino
porque a la gente le da lástima. "Pobrecito, tiene cáncer!"

A partir de la enfermedad, verdadera o supuesta del Presidente de la
República, se ha montado una verdadera parafernalia de información
superficial, a la que contribuye el mismo paciente, abusando de su
condición de enfermo de cáncer o de lo que sea.

Ya había invadido los espacios de las personas, con esa costumbre
molesta de ocupar los medios de comunicación por horas para hablar de
sus asuntos personales, como por ejemplo los cuentos de su abuela, de
sus mujeres, sus hijos , sus hermanas o él cuando estaba chiquito y
quería convertirse en estrella del béisbol o seminarista.

Hoy, se trata de transmitir en vivo y en directo, todas las
comunicaciones: lacrimosas, pretendidamente estimulantes,
sentimentaloides, tristonas, exageradamente alegres , todos los
rituales de sectas, religiones, creencias, deseándoles salud.

Desde la cama, vigila a los ministros, exhorta a la Fuerza Armada,
felicita a los empleados del censo, expropia, se pone como ejemplo de
fortaleza, para rascar la tecla sensiblera, que parece exacerbada en
todos los venezolanos, para hacer tragar sus decisiones como
excelentes, no porque lo sean, sino porque ¡pobrecito! Está enfermo!!

Me imagino que habrá que votar por él, porque está " venciendo el cáncer".

Es lo mismo que cuando uno va a un entierro y todo el mundo, que en
vida hablaba horrores del finado, ahora, insiste en afirmar " tan
bueno que era". De los muertos, en Venezuela, nunca se habla mal. Y
parece que de los enfermos presidenciales de cáncer, tampoco.

Lo que pasa es que este recurso lastimero es de doble filo. Sí, hay
sensibleros en todas las familias, pero hay un creciente número de
ciudadanos a quiénes nos revienta las sobadas diarias de la Operación
Lástima.-

nuevatoledo@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/4858462.asp

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