Wednesday, September 7, 2011

Meritocracia

Meritocracia
Eddie A. Ramírez S
Miércoles, 7 de septiembre de 2011

Como el sistema meritocrático es manejado por humanos a veces se cometen
injusticias, pero éstas tienden a corregirse en el tiempo si la
organización diseña los mecanismos adecuados

El Metro de Caracas, Edelca, Banco Central y Pdvsa eran buenos ejemplos
de empresas del Estado donde se respetaba la meritocracia. Esta, según
Nelson Olmedillo experto en recursos humanos, se practica cuando "se
estimula al trabajador como ser humano hasta llevarlo a su máximo
crecimiento profesional, intelectual y espiritual, en un ambiente de
respeto y disciplina, con reglas de juego claras y conocidas. Se ofrece
una carrera, un modo de vida, no un puesto, pero se le exige el
cumplimiento de deberes y la observancia de una conducta apegada a los
valores de la empresa. El mérito se utiliza como patrón de medida para
establecer gratificaciones y sanciones, así como para identificar,
seleccionar y formar a aquellos cuyas competencias y potencial lo
destacan para los ascensos que les correspondan". La envidia y el
resentimiento son los principales enemigos de la meritocracia. Esta
situación no es de extrañar, ya que en las empresas en las que se
practica la meritocracia los sueldos y otros beneficios laborales
tienden a ser superiores al promedio.

Como el sistema meritocrático es manejado por humanos a veces se cometen
injusticias, pero éstas tienden a corregirse en el tiempo si la
organización diseña los mecanismos adecuados. Desde luego siempre habrá
algún descontento con las evaluaciones, ya que no es fácil aceptar las
limitaciones naturales que tenemos. En esta época de mediocridad y
sumisión, la marabunta roja intenta descalificar la meritocracia
equiparándola con la presunción y privilegios. Ciertamente, por el hecho
de trabajar en empresas que aplican la meritocracia algunos trabajadores
se muestran prepotentes y altaneros, defectos que también se presentan
en otros ámbitos pero que se hacen más visible en quienes pertenecen a
un grupo fácilmente identificable.

Es imperativo predicar, practicar y defender principios y valores, entre
ellos la meritocracia. Dejar pasar los atropellos a cuenta de que "no
están dadas las condiciones" es de timoratos. Criticar a posteriori
acciones de rebeldía cívica cuando no tienen el éxito esperado
constituye una deshonestidad intelectual. El nuevo gobierno que se
instalará en enero del 2013 tendrá que reparar todas las instituciones,
organismos y empresas del Estado, así como incentivar el regreso de los
profesionales que emigraron. Una señal positiva que pueden dar nuestros
precandidatos presidenciales sería la firma de un acuerdo en el que se
comprometan a implantar la meritocracia, desterrando de los entes del
Estado la política partidista y los cargos de libre nombramiento y remoción.

Como en botica: algunos escribidores piensan que democracia es decir lo
que quieren, pero se ponen rabiosos cuando se les dice lo que no
quieren. El informe de Pdvsa del 2010 evidencia lo que Gente del
Petróleo ha denunciado reiteradamente: pérdidas en el negocio de
refinación, disminución de la producción, innumerables accidentes
laborales, desfase de los proyectos de gas, desarrollo estancado de la
Faja Petrolífera del Orinoco, elevado endeudamiento externo, deuda con
proveedores y regalos de petróleo a gobiernos amigos del régimen. No
creemos en una supuesta temprana polarización; todos los precandidatos
tienen méritos y ninguno debe ser descartado a priori. Aguardemos los
debates. Nuestro reconocimiento al pundonoroso general institucional
Angel Vivas Perdomo y tarjeta roja para Didalco. ¡No más prisioneros
políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/3775099.asp

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