Friday, September 16, 2011

Los apagafuegos

Los apagafuegos
Enrique Pereira
Viernes, 16 de septiembre de 2011

No logarán que el mazeite regrese a los estantes o que aparezca para
quedarse la leche en polvo, seguiremos importando café de Nicaragua y
las estaciones de servicio seguirán sin abrir de noche, como en los
pueblos fantasmas

Candelita aquí, candelita allá. Los bomberos se despliegan.

Esta última semana demuestra con elementos concretos un cambio radical
en la política del gobierno hacia los reclamos y protestas. Del
desconocimiento pasaron directo a la conciliación inmediata. Es tan
evidente como hipócrita la actitud. Apágame esa candelita, que ya
estamos en elecciones.

De ponto se sentaron con los maestros para arreglar un nuevo contrato
con los educadores de manera de asegurar que no se les presenta un
conflicto en el inicio de clases. Lo mismo hicieron con los médicos, a
quienes le enviaron a Maduro para iniciar un proceso de negociación.
Ahora reconocen graves fallas en el proceso de manejo y de control de
las obras, de los insumos y de los salarios de los médicos. La
interlocutora de profundas ojeras la tuvieron que arrimar a un lado.
Maduro va a la vanguardia, posicionándose como el gran salvador de la
patria y asegurando imagen de punta para el caso de que se tenga que
convertir en el candidato suplente de la revolución.

De pronto hablan de enviar el dinero que deben a las regiones -por
supuesto incompleto- y de auxiliar económicamente a las obras
paralizadas de los Metros. Los militares también recibirán un aumento de
sueldo, ya lo avisó el que más manda. En Guayana se despliegan los
negociadores para tranquilizar a los trabajadores de las empresas que
quebraron. Un añito, hay que correr la arruga un añito.

El Ministro del interior resuelve distribuir más de cuatrocientos
policías en los hospitales, para intentar revertir la violencia y la
delincuencia que les da vueltas todas las noches y de la que se quejan
los médicos que exponen su vida en cada guardia.

Ahora con una fecha electoral, a más o menos un año, tal como lo dijera
Chávez antes de ayer, en premonitorio tubazo informativo, que se
adelantare a las autoridades del Consejo Nacional Electoral, botaran la
casa por al ventana. Ahora la regaladera y las buenas caras reemplazaran
las actitudes contestarías y poco conciliadoras. A Chávez le dolerán los
dedos de escribir en el twitter, a falta de garganta para arrastrar al
pueblo por la vía televisiva. Todo es tan predictible.

Lo que no podrán lograr es arreglar este desastre, taparlo a medias sí,
arreglarlo no.

No logarán que el mazeite regrese a los estantes o que aparezca para
quedarse la leche en polvo, seguiremos importando café de Nicaragua y
las estaciones de servicio seguirán sin abrir de noche, como en los
pueblos fantasmas. Las viudas y las madres que ha generado la
inseguridad, no dejarán de producir llanto.

Octubre está a la vuelta, casi agradezco que nos acercaran la fecha
final de este desastre. Preparen el dulce de lechosa.


vienegrande@yahoo.es

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5840351.asp

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