Monday, September 19, 2011

Las relaciones Washington-Caracas ¿hacia la ruptura total?

Las relaciones Washington-Caracas ¿hacia la ruptura total?
Manuel Malaver
Lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Regresó Makled a Caracas sin contarle a las autoridades gringas todo lo
que sabe sobre el narcotráfico en Venezuela, sobre quienes son sus capos
y se enriquecen valiéndose de las ventajas gubernamentales?

Algo fuera de lo usual ha sucedido en los últimos meses en la relaciones
entre los gobiernos de Barak Obama y Hugo Chávez, algo tan fuera del
contexto en que regularmente se desarrollaron que, ahora sí, podría
conjeturarse, razonablemente, que en un momento de este mismo año podría
llegarse a una ruptura total.

Por "ruptura total" entiendo un cese de todo, o casi todo, del comercio
bilateral que se traduce en exportaciones venezolanas de 1.200.000
barriles diarios de crudo al mercado norteamericano, y de importaciones
de Venezuela a USA que se cifran anualmente en un promedio de entre 40
mil y 60 mil millones de dólares.No son conchas de ajo, dada la política
económica monoproductora y monoexportadora de petróleo del gobierno de
Hugo Chávez, y de la cual, el único cliente que cancela sus facturas de
manera oportuna, cash y a precios de mercado, es los Estados Unidos.

Pero también para su principal comprador de crudo, las importaciones
desde Venezuela han llegado a cobrar una importancia que no tuvieron en
días mejores, pues ya se conoce que "exportar" es para la administración
Obama una de las salidas para disminuir el déficit que es la principal
causa de la inserción de USA en la crisis global,¿Cuál fue entonces "ese
algo" que tiene las relaciones bilaterales "al borde del abismo", donde
residen las causas de que luego de 13 años de relaciones tensas, pero
corteses, se sienta por primera vez que ruedan por un precipicio cuya
profundidad y extensión es difícil predecir y calcular?Se me ocurre un
nombre: Walid Makled, el empresario venezolano de origen sirio que
durante una pasadita de no más de una década por la economía
revolucionaria, socialista y castrochavista se permitió amasar una
fortuna que, según confesión propia, pudo acercarse fácilmente a los 2
mil millones de dólares.Mackled, en efecto, fue un constructor que
acaparó buena parte de los contratos de fabricación de viviendas durante
el período en que su amigo y correligionario, el general, Luís Felipe
Acosta Cárlez, fue gobernador del Estado Carabobo (la entidad donde
creció y operaba "el turco"), transportista con una flota de más de mil
camiones que cubría las necesidades de una administración como la
chavista carente de redes de distribución, importador de artículos de
línea blanca que se entregaban para hacer efectivas las políticas
clientelares del gobierno, exportador de úrea a los mercados colombianos
(un fertilizante que también se usa como precursor en la obtención de
cocaína), y sobre todo, dueño de 60 almacenes en los patios de recepción
y despacho de carga de la aduana de Puerto Cabello, el puerto por donde
pasa casi el 60 por ciento del comercio de importación y exportación del
país.Y todo ello granjeado por el milagro de su fidelidad a la causa
revolucionaria, de su amistad con funcionarios civiles y militares de la
revolución, de su mano abierta para colaborar con los planes de los
políticos que una vez instalados en el poder se veían cortos de
presupuesto, y de su audacia para no detenerse en ventajas que habrían
bastado a un empresario normal y en tiempos normales, pero no en
circunstancias en que las tentaciones para traspasar los límites, para
desbordar las rayas, para transgredir las reglas, eran muchas.Esa
tentación llegó cuando Makled se conectó con los "carteles colombianos
de la droga", cuando vio que crecían como monte en los campos, pueblos y
ciudades de Venezuela, que gozaban de la protección de buena parte de
los gobierno locales y regionales, que contaban con avionetas y pistas
de aterrizajes en la mayoría de los estados del país, y no sentían
empacho en asociarse a un empresario que, no solo ya era muy rico, sino
que tenía cuantas relaciones hacían falta con las autoridades.Un imperio
que en apenas 13 años, era responsable de la conversión de Venezuela en
el principal puerto de embarque de cocaína hacia el Caribe,
Centroamérica, México.

Estados Unidos y Europa y en una referencia que hay que buscar cuando se
detectan grandes alijos de cocaína aún en aeropuertos de países del
África subsahariana.De modo que, una vez "entre los carteles", Makled
incursionó en el sicariato, en chantajes contra sus antiguos y nuevos
socios, en atentados masivos, en la tentación de promocionar a un
hermano como candidato para la alcaldía de Valencia (la capital de
Carabobo), en la compra de una línea aérea y en la obtención de un medio
impreso que sería el buque insignia en la creación de un imperio
mediático a lo Murdoch.

Y en estas andanzas lo detuvieron agentes de la DIJIN (cuerpo de
inteligencia de la Policía Nacional colombiana), huyendo de los cuerpos
de seguridad venezolanos (la DIM, el CICPC y la DISIP) un 20 de agosto
del año pasado, en un pueblito Patios, cercano a Cúcuta, capital del
Departamento del Norte de Santander, y alegando que viajaba a entregarse
a las autoridades de la DEA en Bogotá para que lo deportaran o
extraditaran a los Estados Unidos.O sea, que el hombre quería cantar
pero en Washington, quería contar la historia de sus delitos y sus
cómplices en el propio imperio, quería revelar la verdad de cómo
Venezuela se había convertido en el principal puerto de embarque de
cocaína para el mundo en el gobierno de Hugo Chávez, y quiénes eran sus
promotores, quienes sacaban provecho y se enriquecían con el oro blanco
que ahora se convertía en el segundo producto de exportación
venezolano.Pero nada que el vengativo, o arrepentido Makled pudiera
hacer realidad, pues el gobierno de Chávez, valiéndose de que Juan
Manuel Santos había ganado las elecciones presidenciales en Colombia y
tenía como principal prioridad restablecer el maltrecho comercio
bilateral colombo-venezolano, lanzó una ofensiva envolvente hacia
Santos, casi le sugirió la consigna "Sin Mackled no hay paraíso",
rompió con las guerrillas de las FARC y el ELN, e incluso, detuvo
guerrilleros en la frontera y los envío a Bogotá, logró que Santos lo
declarara "su nuevo mejor amigo", y así, el 9 de mayo pasado Makled fue
extraditado a Caracas y arrojado a las mazmorras de un cuerpo policial,
el SEBIN, donde no se sabe si vive o muere, porque no se ha vuelto a
saber de él.¿Pero regresó Makled a Caracas sin contarle a las
autoridades gringas todo lo que sabe sobre el narcotráfico en Venezuela,
sobre quienes son sus capos, y se enriquecen valiéndose de las ventajas
gubernamentales y se constituyeron en enormes potentados que incluso
pueden chantajear a ministros, generales y al mismísimo presidente, Hugo
Chávez?¿Regresó sin entregar a las autoridades norteamericanas, a la
DEA, el FBI y la CUSTOMS que lo entrevistaron en la cárcel de máxima de
seguridad de Cómbita en Bogotá (por lo menos en 3 oportunidade) todo el
enorme cúmulo de pruebas que poseía y estaba constituido por documentos,
facturas, fotos, videos y películas que, según Mackled, "estaban a buen
resguardo y se entregarían a quienes tenían que entregarse?"Pues
definitivamente no, según han confirmado las propias autoridades
colombianas y según las acciones que empieza a tomar el Departamento de
Estado contra funcionarios del gobierno de Hugo Chávez que ya salen en
sus listas de "narcotraficantes y terroristas" y pronto serán objetos de
decisiones judiciales en Cortes de Estados de Unidos y en el Tribunal
Penal Internacional de La Haya.Sin ir muy lejos, habría que recordar que
la semana pasada, concretamente el viernes 9, "La Oficina de Control de
Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés), adscrita al
Departamento del Tesoro, catalogó como "narcotraficantes y terroristas"
a Amílcar Figueroa, representante de Venezuela en el Parlamento
Latinoamericano, al general del ejército Clíver Alcalá Cordones, al
congresista oficialista Freddy Bernal y al funcionario de inteligencia,
Ramón Madriz".Habría que referirse también a la cacería de cuentas
bancarias de funcionarios chavistas, y de sus empresarios asociados, en
entidades del sistema financiero de los Estados Unidos, con
congelamiento, anulación e incautación de cuentas, como fue el caso
reciente del exComandante General de la Armada, almirante, Carlos Aniasi
Turcio, al cual le fueron congeladas 3 cuentas en el "Smith Barney, el
"Bank of América" y el "Eastern National Bank", en aplicación de la "Ley
Patriotaque trata de evitar la utilización del sistema financiero de los
Estados Unidos para amasar o lavar dinero proveniente de la corrupción
administrativa, como producto del aprovechamiento indebido de cargos
políticos para el enriquecimiento personal".En otras palabras, que
tiembla el establecimiento político y militar castrochavista, se
trastabila y descarrila si las últimas medidas del gobierno de Obama son
parte de una ofensiva que busca ir al fondo, enfrentar las ilegalidades
revolucionarias con todos los costos que le puedan significar, pero
consciente de que, teniendo al enemigo a metros de su frontera en la
guerra civil entre la administración de Felipe Calderón y los carteles
mexicanos de la droga, no le queda otro camino que ir a buscar a los
gobiernos forajidos donde quiera que se encuentren.

mailto:manumalm912@cantv.net

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5669390.asp

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