Friday, September 16, 2011

La pobreza: de la teoría a la realidad

La pobreza: de la teoría a la realidad
Semana.com
Viernes, 16 de septiembre de 2011

Semana.com hizo las cuentas de tres familias de estratos bajos con
ingresos superiores a 760.000 pesos y encontró que aunque ya no son
pobres para el Gobierno, viven al límite y en medio de restricciones

La nueva metodología que Colombia adoptó para definir cuántos pobres
tiene trajo más de un malestar, incluso dentro del mismo Gobierno. Decir
que una familia de cuatro personas puede tener lo básico para vivir con
760.000 pesos, es decir, con 190.000 por cada uno de sus integrantes,
fue calificado por el vicepresidente Angelino Garzón como una "ofensa
para la gente pobre".

En esta semana el tema no ha dejado de ser debatido. Para el ministro de
Hacienda, Juan Carlos Echeverry, la nueva medición de la pobreza "era
absolutamente necesaria" y es producto de un trabajo riguroso y serio
que realizó la Mesa de Expertos (MESEP), compuesta por la CEPAL, el
Banco Mundial, el DANE, Planeación Nacional y académicos.

Para el ministro de la Protección Social, Mauricio Santa María, la
medida es válida porque tiene la misma metodología que usan otros países
y, técnicamente, le permitirá a Colombia compararse para saber qué tanto
avanza o retrocede en la materia.

Con la nueva medida los pobres hoy son menos. Pasó del 45,5 por ciento
al 40,2 por ciento en el 2009 y del 44,1 por ciento al 37,2 por ciento
en el 2010. Es decir, que pasaron de cinco por cada diez habitantes a
tres por cada diez.

Aunque la cifra disminuye, decir que el 37,2 por ciento de los
colombianos no tiene los ingresos suficientes o vive con lo mínimo, en
un país cuyo crecimiento económico pasó del 1,7 en el 2001 al 4,3 en el
2010, demuestra que los problemas de desigualdad son muy graves.

"Acá el tema es la mala distribución de los recursos y eso no se ha
discutido. La desigualdad es aterradora: sigue habiendo escuelas para
niños ricos y para niños pobres. Eso perpetúa la pobreza. Tener el 37,2
por ciento de pobreza es dramático", asegura César Caballero, exdirector
del DANE.

Si el tema es compararse con otros países, Colombia no tiene el mejor
indicador. Estados Unidos reveló esta semana que tiene el 11,7 por
ciento de pobreza, el peor en los últimos 20 años.

Comparado con países latinos, según la CEPAL, Colombia en el 2009 aún
con la nueva medición se mantenía por debajo de países como Argentina
(11,3 por ciento), Brasil (24,9 por ciento), Chile (11,5 por ciento),
Panamá (26,4 por ciento) y Perú (34 por ciento).

Los pobres que no son pobres

Para César Caballero, que Colombia tenga certeza de cuál es el indicador
de pobreza es clave para saber hacia qué población enfocar sus
políticas. Sin embargo, aclara que "no quiere decir que las familias que
reciben más de 760.000 pesos sean boyantes o que estén bien. Nada más
alejado de la realidad".

Ejemplos sobran. Semana.com contactó a familias de bajos estratos para
conocer sus ingresos y sus gastos, y queda claro que aunque ya no son
pobres para el Gobierno, no tienen su necesidades básicas satisfechas:
en los tres casos, estos hogares restringen alimentos como la carne y la
fruta, no tienen cómo pagar un colegio privado, no cotizan a pensión, el
nivel académico de sus integrantes no supera el bachillerato, no tienen
actividades de diversión y tampoco ahorran, realidad que les impide
adquirir bienes para mejorar su calidad de vida, por ejemplo, una vivienda.
"Ni siquiera para ir a un parque. Como vivimos lejos, tenemos que pagar
mínimo diez pasajes de bus (14.000 pesos). Y cuando llegamos, si los
niños se antojan de un dulce, pues no se puede. Mejor nos quedamos en la
casa", cuenta Pilar, quien gana entre 600.000 y 800.000 pesos mensuales
haciendo el aseo por días en casas. Tiene seis personas a su cargo.

Y aunque en todos estos casos los menores de edad estudian, lo hacen con
limitaciones: sus colegios no son de la misma calidad del de un niño de
estrato 4 o más, caminan para ahorrar el pasaje del bus y apenas
destinan 2.000 pesos diarios para gastos de fotocopias, cartulinas y
horas en un café internet para hacer sus tareas.

"En mi caso, mi hijo no lleva onces ni plata. Él sabe que no hay para
más", cuenta Astrid, recepcionista que devenga un salario mínimo.

La pregunta para Cecilia López, economista y exministra de Agricultura,
es qué va a pasar con familias como estas que viven al límite, que no
son pobres según la nueva metodología, pero que tampoco tienen la
capacidad para subsistir si no es con la ayuda del Estado.

En los hogares consultados por Semana.com no todos están en el régimen
contributivo de salud y los niños van a colegios oficiales. "Yo tengo
afiliado a salud a mi hijo, pero mi mamá y mi hermano están por el
Sisbén porque para afiliarlos me toca pagar 60.000 por cada uno", agrega
Astrid.

Para la exministra, es "grave" que también se mida la pobreza tomando en
cuenta los subsidios que da el Estado. "¿Qué tan sostenible es eso para
un país desde el punto de vista fiscal? La gente sólo deja de ser pobre
cuando tiene la capacidad de generar ingresos y puede tener rentas".

López critica de tajo el nuevo método para definir la línea de pobreza.
No cree en el argumento del Gobierno de que la metodología servirá para
medirse con otros países, porque no es lo mismo un pobre en Estados
Unidos que uno en Colombia.

"No ayudará para una política pública. Todo se va a concentrar en los
pobres e indigentes, y ¿qué va a pasar con el resto que tampoco tiene
una vivienda y un trabajo decentes, una alimentación balanceada e hijos
con buena salud y educación?".

www.semana.com

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/5175692.asp

No comments:

Post a Comment