Tuesday, September 20, 2011

Estatismo político y económico

Estatismo político y económico
José Rafael López Padrino
Martes, 20 de septiembre de 2011

Se ha promovido un estatismo enajenante, en el cual la maquinaria del
Estado ha sido puesta al servicio de una camarilla militar, dirigida por
el líder infalible: "el comandante-presidente"

En estos 12 años de revolución bolivariana no se ha construido ningún
socialismo, ni poder popular autónomo, ni democracia protagónica y mucho
menos se ha gestado la emancipación de la clase obrera, en el sentido de
su definición originaria y conceptual. Todo lo contrario, se ha
consolidado una estadolatría política y económica que ha dado vida a un
régimen populista, despótico, excluyente y explotador.

Se ha promovido un estatismo enajenante, en el cual la maquinaria del
Estado ha sido puesta al servicio de una camarilla militar, dirigida por
el líder infalible: "el comandante-presidente". Casta militar que ha
impuesto un control absoluto sobre la vida del ciudadano, desde
actividades tan cotidianas como el deporte, hasta las más exigentes como
las de investigación científica, la cultura, y la educación. Se ha
gestado un Estado corporativo de corte fascista, donde las diferencias
son avasalladas por el peso de un poderoso Estado, convertido en un
actor sin contrapesos institucionales que equilibre su acción de gobierno.

Es un estatismo político que se fundamenta en el código amigo/enemigo de
cuño Schmittiano, que apela fundamentalmente a los sectores desclasados,
y carentes de conciencia política (lumpen proletariado), susceptible a
cualquier manipulación política. Proyecto que abomina la división de los
poderes, y que recurre a la imposición de un terrorismo de Estado
policial y judicial, a fin de perpetuase en el poder. Que al margen de
un falaz discurso emancipatorio promueve las raíces de la sumisión en el
ciudadano, propias del pensamiento militarista reaccionario
(mandar-obedecer). Desean instaurar una sociedad sin debate, sin voces
críticas, sin diferencias políticas, una sociedad monolítica sujeta a un
pensamiento único dictado por el líder infalible del proceso, el tte
coronel. Prueba de ello es el PSUV.

Económicamente el estatismo bolivariano se puede resumir como un
anquilosado capitalismo de Estado que impulsa una agenda neoliberal,
(pago de la deuda externa, flexibilización laboral, endeudamientos
irresponsables, impuestos regresivos, etc.), lo cual ha generado un
incremento de la marginalidad social y la pobreza. Además, un estatismo
que promueve una política destinada a conculcar la independencia y
capacidad de lucha de los trabajadores y movimientos sociales a fin
convertirlos en obedientes soldados fieles al proceso facho-bolivariano.

La estadolatría política y económica bolivariana representa el culto a
la mentira autoritaria, a la institucionalización de los privilegios de
la nueva nomenclatura (la boliburguesía cívico-militar), al terror
policial frente a la diferencia y el desacuerdo político. Son los nuevos
traficantes de esperanzas e ilusiones de los oprimidos del siglo XXI,
los que no soportan ni la discrepancia ni la diversidad en nombre de
ideas y valores reaccionarios. Son los guardianes e interpretes de una
verdad monolítica y de una voluntad de opresión.

lopez@zeus.bwh.harvard.edu

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2442021.asp

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