Friday, September 2, 2011

En franco descenso

En franco descenso
Trino Márquez
Viernes, 2 de septiembre de 2011

El inicio del censo 2011 ha desatado en la población todos los fantasmas
persecutorios. Se mezclan la desconfianza, el temor, la duda

Un proceso tan necesario, que transcurre con perfecta normalidad en
otras sociedades, ha servido para revelar el malestar y la anomia que
los trece años de gobierno chavista han provocado.

La planilla censal contiene 68 preguntas divididas en cinco segmentos.
Salvo la interrogante referida a la empresa donde trabaja el
entrevistado, todas las demás cuestiones que se indagan son estándares
en una exploración de ese tipo. Es más, existen materias que deberían
haberse abordado y, sin embargo, no aparecen. Por ejemplo, las
relacionadas con la cantidad de ambientes autónomos que posee la
vivienda, pregunta indispensable para saber si los dormitorios están
separados de los espacios comunes (cocina, comedor, baños). Tampoco se
incorporó una pregunta sobre el nivel de ingreso familiar por rangos.
Estos temas se excluyeron para no generar más suspicacias a las ya
existentes. La planilla censal se elaboró de acuerdo con patrones
internacionales que permiten uniformar los instrumentos y comparar la
información obtenida. Los protocoles son similares a los de cualquier
otro país latinoamericano. En su elaboración intervinieron organismos
internacionales como la CEPAL y el Fondo de Naciones Unidas para la
Población.

Entonces, si el INE ha operado de acuerdo con las convenciones
internacionales y con base en la experiencia nacional, e, incluso, ha
excluido preguntas significativas para no levantar sospechas, ¿por qué
se ha desatado esta intranquiliad colectiva?; ¿por qué la gente no
quiere abrirles las puertas de sus casas a los empadronadores?; ¿por qué
tantos recelos?

La razón es simple. La lista Tascón merodea el ambiente. El clima de
inseguridad jurídica y personal no ha pasado en vano. Las amenazas y
agresiones a la propiedad privada, tampoco. La entrega de las notarías y
la cedulación a los cubanos han erosionado la confianza de los
ciudadanos. Las leyes absurdas que penalizan a los empresarios, castigan
a los propietarios de inmuebles y tierras urbanas, han puesto sobre
aviso a la gente. La prédica de ser rico es malo y pobre, bueno, se le
revertió al régimen. La gente se siente amenazada en el ámbito más
íntimo. En su entorno más inmediato. Ve en peligro su vivienda, sus
enseres, su espacio vital. El socialismo del silo XXI, el hombre nuevo,
y todas las demás babosadas que pone a circular el Gobierno, colapsaron.
La gente se aferra a su pequeña parcela. Al territorio que le pertenece
y del cual no desea separarse. Por eso no quiere suministrar
información. La idea del despojo se impuso. No hay realidades más
poderosas que las ideas.

A partir del 1 de septiembre se reeditará el 2-D de forma permanente
durante tres meses. En diciembre de 2007 el pueblo le dijo NO a la
reforma constitucional que Chávez intentó implantar. A pesar de la
negativa, el comandante fue introduciendo el modelo comunista a través
de un conjunto de leyes y medidas que desconocieron el mandato popular.
El resultado está a la vista. Los ciudadanos objetan el modelo
colectivista, intervencionista, sovietizante que el caudillo, de forma
tozuda, se empeña en imponer.

El rechazo al censo se convertirá en una forma de resistencia civil, en
una protesta ciudadana pacífica, al proyecto hegemónico y
anticonstitucional teledirigido por los hermanos Castro.

Es lamentable que el equipo de profesionales de alto nivel con el que
cuenta el INE sea víctima de la discordia popular. Pero, en un país tan
polarizado -donde el mismo Presidente se encarga de politizar su propia
enfermedad, al punto que muchos sectores piensan que sus dolencias
forman parte de una estrategia macabra para provocar lástima y
compasión- era inevitable que un evento como el Censo 2011, también
cayera en las garras del canibalismo político.

El único responsable de lo que sucede es el teniente coronel. Los
culpables son su discurso lleno de odio, que incita a la lucha de
clases y a la división, la alianza perversa con los fidelistas, la
exclusión y los guetos que creó con la lista Tascón, el acorralamiento a
la propiedad privada, la falta de diálogo y de construcción de
consensos, la indiferencia ante la inseguridad personal. Esos polvos
trajeron estos barros.

Hugo Chávez debería corregir. Realizar un esfuerzo titánico por
despolarizar el país. Reconocer que la pugnacidad extrema ha dañado a la
nación. Admitir que el pueblo no comparte su estilo pendenciero basado
en la confrontación implacable. Tendría que aceptar que el comunismo
carece de futuro porque el pueblo no lo tolera.

Pero, no dará el paso porque las gríngolas ideológicas son demasiado
espesas y su personalismo exageradamente grande.


trino.marquez@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/8389920.asp

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