Alfredo Michelena
Miércoles, 21 de septiembre de 2011
Acaban de adelantar las elecciones pensando que si ganan las
presidenciales barrerán en las regionales y en las locales, e impondrán
definitivamente el comunismo, y que si las pierden tendrán un tiempo
suficiente para dar un ultimo zarpazo
El régimen está planeando salirse del sistema de resolución de disputas
del Banco Mundial (CIADI), y ha decidido traerse el oro y reubicar las
reservas internacionales en países "amigos". Iniciativas que surgen al
ver lo que le ha pasado a Gadafi, como lo reporta elWSJ, con base a
documentos del propio gobierno venezolano. Se preparan para la jugada
maestra….
Acaban de adelantar las elecciones pensando que si ganan las
presidenciales barrerán en las regionales y en las locales, e impondrán
definitivamente el comunismo, y que si las pierden tendrán un tiempo
suficiente para dar un ultimo zarpazo. Muchos temen que será "raspar la
olla" como hicieron con las leyes cuando perdieron el control total de
la Asamblea Nacional. Pero puede ser más grave si piensan, como los
generales golpistas del régimen, que el caudillo rojillo debe seguir a
como de lugar y que no entregarán el poder de la revolución a unos
"majunches" demócratas. Lo dijo Adán, no descartan el uso de la fuerza.
Cuando del otro lado sólo se habla de una ley de transición.
Saben que al perder las presidenciales vendrá el deslave de la
revolución. Por eso mantienen el control férreo del CNE y evitan que el
REP sea propiamente auditado, y pueda comprobarse si los inscritos
realmente existen, no estadísticamente sino factualmente. Un CNE que
quiere intimidar con sus captahuellas -ahora adosadas a la máquina de
votación-, que dificulta el voto con migraciones masivas, con mesas
fuertemente controladas por el PSUV y que pone trabas al registro
electoral en el exterior, donde pudiera haber más de 500.000 votos a
favor de la oposición. Esto aunado con el abuso del poder con fines
electorales, configura una realidad fraudulenta, aunque no existan
boletas marcadas o pistolas detrás de las cortinas de las mesas de
votación. El fraude es más antes que durante y después.
Mueven la fecha tradicional para darle ventajas al enfermo. Quizás una
junta de médicos- así como nigromantes y numerólogos- fue consultada a
ver cuando era el mejor momento, pero no hay que ser galeno para saber
que un cáncer debilita progresivamente. Por lo que mientras más pronto
mejor.
El 7 de octubre será el día que Venezuela cambiará, para bien o para
mal. Si gana, la desesperanza preñará al país y habrá revolución para
rato, si el cáncer lo permite. Si pierde su poder caerá como plomo en el
agua, pero se aferrarán a él. Estamos ante una fecha decisiva, nos
estamos jugando a Rosalinda. El chavismo lo sabe y se prepara, pero ¿Lo
sabe y se prepara la oposición?
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