Juan Martín Echeverría
Lunes, 19 de septiembre de 2011
¿Por qué tantas contradicciones, versiones y rumores? Todo se presta a
resaltar fallas injustificables en una operación que ha sido legitimada
por el régimen. Hay una técnica policial de operaciones encubiertas y
requisitos que exige el Juez de Control
El dirigente político, dos o tres veces en su vida, tiene que tomar
decisiones trascendentales, pero no dispone sino unos minutos para hacer
la elección. En el caso de la tonelada y media de droga decomisada en
Cabo Codera, pareciera que en un caso tan sensible no se hayan
considerado todas las consecuencias mediáticas y las posibles
implicaciones, por ello las distintas versiones son contradictorias;
incluso las partes mencionadas guardaron al comienzo un silencio de
leones, mientras los familiares de los detenidos insisten en que se
trata de un cargamento demasiado costoso para pretender relacionarlos y
el titular del Poder Ejecutivo para el punto y final al declarar que se
trataba de una entrega controlada.
De conformidad con la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada, el
Ministerio Público podrá, mediante acta razonada, solicitar ante el Juez
de Control la autorización para la entrega controlada de drogas
ilícitas, a través de agentes encubiertos: ¿actuaron en su oportunidad
Fiscal y Juez y así consta en las actas procesales? La droga tiene
siempre su ADN que revela el país de origen, el laboratorio donde se
procesó, su grado de pureza, cómo fue empacada y otros elementos que son
de enorme utilidad en criminalística y a nivel internacional.
En el mismo orden de ideas, el avión tiene una determinada capacidad de
carga y autonomía de vuelo, aparte de su correspondiente plan que debe
ser aprobado por las autoridades aeronáuticas, donde se identifica a
pilotos y tripulación, de allí que sea sorprendente la confusión entre
las autoridades, las circunstancias que rodean el lugar del decomiso,
los disparos, los heridos y las sospechas, en especial si bastaba darle
la primicia a un reportero de buena formación, que explicara lo
ocurrido, o un parte de prensa bien redactado y sustentado.
Entonces ¿por qué tantas contradicciones, versiones y rumores? Todo se
presta a resaltar fallas injustificables en una operación que ha sido
legitimada por el régimen. Recordemos que hay una técnica policial de
operaciones encubiertas y un conjunto de requisitos que exige el Juez de
Control, cuando la investigación o el esclarecimiento del caso resulta
difícil, o las características de los hechos ameritan la intervención de
agentes encubiertos, porque de lo contrario se perdería el trabajo de
inteligencia, o la compra simulada de droga, con el objeto de obtener
evidencia incriminatoria y llevar a feliz término una investigación
compleja. ¿Cuál será el desenlace de la trama?
Una sociedad que no aclara suficientemente situaciones de esta
naturaleza, es una sociedad que no se quiere a sí misma, que se conforma
con la incertidumbre y el riesgo de esconder la verdad. La democracia
debe combatir el crimen organizado, la corrupción y los abusos de poder,
para prevenir convertirse de manera inevitable en un espectáculo que se
autodestruye. La gobernabilidad exige esclarecer, hasta en el mínimo
detalle, los hechos que dieron origen al decomiso de 1,5 toneladas de
droga. El habitual defecto del hombre es no prever el huracán después
del buen tiempo, Maquiavelo.
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