CNE disminuido
Octavio Lepage
Martes, 20 de septiembre de 2011
Ese CNE inconstitucional, cuya designación se aceptó resignadamente con
la misma tesis de que siendo irreversible no valía perder tiempo
impugnándola, continúa haciendo lo que le viene en ganas, o hablando
con más precisión, lo que Chávez le ordena
El Consejo Nacional Electoral (CNE) se vio obligado a fijar fechas para
las elecciones. La de Presidente será el 7 de octubre de 2012. Lo
positivo es que pone fin a la incertidumbre y a las especulaciones
consiguientes.
Es decisión tomada inmodificable. A nivel de estrategas políticos,
muchos de éstos realistamente consideran que sería tiempo perdido el que
se dedique a impugnarla. Tal aceptación fatalista de decisiones
arbitrarias ha venido resultando muy dañina para la recuperación de la
democracia. Le ha dado aliento al CNE para continuar moviéndose
cómodamente en el territorio de la arbitrariedad.
Por lo demás, la designación del CNE se hizo con violación de la
Constitución Nacional. Su artículo 296 dispone que "estará integrado por
cinco personas (5) no vinculadas a organizaciones con fines políticos".
Sin embargo, cuatro (4) de ellas (Socorro Hernández, Tibisay Lucena,
Sandra Oblitas y Tania D Amelio) son chavistas de vanguardia, dirigentes
destacadas del PSUV. Sólo el rector Vicente Díaz llena el requisito de
independencia exigido por la Constitución.
Ese CNE inconstitucional, cuya designación se aceptó resignadamente con
la misma tesis de que siendo irreversible no valía perder tiempo
impugnándola, continúa haciendo lo que le viene en ganas, o hablando
con más precisión, lo que Chávez le ordena. La AN le reformó la ley para
que pudiera modificar los circuitos electorales. Resultado: en las
elecciones parlamentarias del 26 S del 2010, con apenas el 48% de los
votos, el PSUV logró 98 diputados. En cambio, la oposición unificada,
con el 52% de los votos sólo obtuvo 67 diputados. Además, con irrespeto
a la tradición de realizar siempre las elecciones presidenciales en
diciembre, el CNE acordó convocarlas para el 7 de octubre del 2012,
creando un problema político potencialmente grave como es la
coexistencia belicosa, durante 3 meses, del Presidente en ejercicio-
conflictivo y arbitrario-, y el Presidente Electo.
Todavía el CNE no ha acordado ciertas medidas indispensables para llevar
a cabo elecciones confiables. Señalamos solamente 2 por su particular
importancia. La auditoría del registro electoral permanente (REP),
documento básico, expuesto a marramusias y escamoteos. La invitación de
testigos internacionales seleccionados por organismos solventes, con
experiencia en supervisión electoral, los que exigen recibir la
invitación correspondiente con suficiente anticipación.
Si no hay reclamo ni presión democrática desde la calle, quienes dominan
el CNE continuaran haciéndose los locos, actuando según el patrón
aplicado hasta ahora. Y el 7 de octubre, a altas horas de la noche,
veremos a Tibisay Lucena anunciando resultados contrarios a la realidad
política. Corresponde a la oposición evitar que Chávez, con la
complicidad del CNE, gane unas elecciones que tiene perdidas.
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