Tuesday, September 6, 2011

Capital venezolano "pelea" para que Toyota "se quede"

Capital venezolano "pelea" para que Toyota "se quede"

La historia no terminó ayer, como muchos creen. Todo lo contrario. A
pesar de que las actividades de la planta se reanudaron ("con
tranquilidad", según dijo a Emen Douglas Urquía, su gerente general de
auditoría), las relaciones entre la directiva y el sindicato están
desgastadas. "En este momento el sindicato está dispuesto a conversar",
afirmó Richard Guevara, secretario general de Sintratoyota. Y es
probable que la directiva se siente a la mesa, pero Emen pudo conocer
que la empresa está evaluando seriamente si continuará operando en
Venezuela. La familia Beherens (representantes de la marca en Venezuela)
impulsa la permanencia de la automotriz en el país, pero si fuera por
los japoneses, "hace rato que se hubieran ido", dijo un alto vocero que
conoce las dudas de los socios internacionales. Pura pérdida Lo cierto
es que Toyota ha dejado de ensamblar 1.200 carros en las últimas seis
semanas y debe recuperar el nivel de producción. El problema está en que
la directiva, aun cediendo en algunos reclamos de ahora en más, no tiene
garantías de que los trabajadores se aboquen a levantar la producción
con los turnos que se requieren para lograrlo. Después de todo, hace dos
años hubo otro conflicto en la planta (incluso más crítico que éste) y
se solventó, pero sobrevino otro problema sindical. Ahora, la confianza
de las partes estaría socavada. Contra las cuerdas El desgaste de Toyota
tiene su punto de arranque en 2007, ante la política que restringió el
cupo de divisas. La automotriz hizo sus pedidos a Cadivi, recibiendo
solo una fracción de lo solicitado y luego quedó a merced de la
disponibilidad de divisas del Gobierno. Por ese entonces, Toyota decidió
no importar más carros armados (desaparecieron varios modelos del
mercado local) y desarrolló el ensamblaje local de Hilux, Fortuner,
Corolla y Terios. Sin embargo, los socios japoneses no vieron ni el
estímulo del Gobierno a la producción nacional, ni divisas suficientes
para importar piezas del país nipón (el terremoto de Japón también
afecta el arribo de piezas este año). En ese terreno sensible, aparecen
los conflictos por reivindicaciones laborales. En otras palabras, el
Tribunal de Juicio de Cumaná falló a favor de la empresa, pero muchas
cartas de Toyota ya están echadas en otros países. Todo indica que la
empresa está perdiendo interés en Venezuela (la planta local ensambla
entre 12 mil y 15 mil unidades al año, cuando podría llegar al triple) y
últimamente el grueso de sus inversiones se dirige a la planta en
Brasil. También se está apalancando más en Colombia. En mayo, Toyota
hizo un lanzamiento del Corolla (el primero de la marca en tres años),
pero no logra abastecer el mercado. Y la apuesta por Venezuela parece
estar llegando a un límite. Por otro lado, la empresa tiene muchos años
acá, inversiones y compromisos locales, y los altos voceros consultados
han señalado a Emen que su intención es quedarse.La decisión no será
fácil. De irse la empresa del país, el desmontaje llevaría entre uno y
dos años. Clima expectanteEl 95% del personal se presentó en planta y
las actividades se activarán gradualmente, porque las pinturas se
endurecieron en las pistolas y algunos metales están corroídos, como
efecto de la inactividad. Guevara dice haber llamado a la directiva a
conversar sobre puntos de la contratación colectiva que se estarían
violando, aún sin respuesta. Afirma que no cree que Toyota se vaya del
país y reitera la voluntad de "tomar la empresa", en caso de no ser
escuchados.

http://www.entornointeligente.com/articulo/1167068/VENEZUELA-Capital-venezolano-pelea-para-que-Toyota-se-quede

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