Tuesday, September 20, 2011

Barbas en remojo

Barbas en remojo
Jesús Urdaneta Hernández
Martes, 20 de septiembre de 2011

Venezuela, hace tiempo que ha dejado de ser un país gobernado por gente
seria y es por ello que ante graves acusaciones que involucran a
miembros de esta mal llamada "revolución" optan por la descalificación,
la manipulación y hasta el ridículo, antes de asumir sus verdaderas
responsabilidades tanto a nivel nacional como internacional

La presunción de inocencia que debe amparar a todos los ciudadanos es,
conforme explican los juristas, una presunción iuris tantum, es decir,
una presunción que admite prueba en contrario, en el sentido de que si
bien se parte de ella, la misma puede ser desvirtuada en cualquier
momento a través de una investigación que conlleve a un juicio justo y
al debido proceso. En eso consisten precisamente los juicios penales: si
una persona es señalada de haber cometido un delito, no por la
presunción de inocencia se le deja de juzgar, sino que se le juzga para
determinar o no su responsabilidad, dándosele todas las garantías
necesarias para que pueda ejercer su derecho a la defensa. Lo que no
puede ocurrir es que ni siquiera se investigue. Al menos ese es el
deber ser y lo que ocurre en sistemas sanos y serios.

Venezuela sin embargo, hace tiempo que ha dejado de ser un país
gobernado por gente seria y es por ello que ante graves acusaciones que
involucran a miembros de esta mal llamada "revolución" optan por la
descalificación, la manipulación y hasta el ridículo, antes de asumir
sus verdaderas responsabilidades tanto a nivel nacional como internacional.

En días pasados, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos,
incluyó a varios funcionarios venezolanos en la lista de colaboradores
con el terrorismo y el narcotráfico. No es la primera vez que
funcionarios de este gobierno conforman esta lista o alguna similar, y
no es la primera vez que el régimen y las instituciones que lo amparan,
reaccionan de la forma en que lo han hecho en esta oportunidad. Los
directamente involucrados han optado unos, por guardar hermético
silencio, otro señalando que se trata de una afrenta no contra ellos
sino contra la patria y otro, adoptando una pose actoral pide ser
investigado por la Fiscalía General.

La respuesta de la Asamblea oficialista no se hizo esperar y apoyaron
incondicionalmente a sus "próceres revolucionarios" aupando la tesis de
que en efecto esto no es más que una excusa del "Imperio" para subyugar,
atacar e incluso invadir al País. Por su parte, la Fiscal General señala
que la lista de los Estados Unidos es "ridícula", "irresponsable", "que
su fundamento no es científico" que es "vago" y que incluso "desconocen
cuál es su fundamento". Detengámonos aquí. Si la Fiscalía desconoce el
fundamento de la acusación norteamericana ¿cómo puede afirmar que es
"ridícula", "no científica" o "vaga"? ¿Cómo puede el Ministerio Público,
titular de la acción penal, el encargado de todas las investigaciones
penales del país, manifestarse apriorísticamente, sin haber siquiera
ordenado una investigación? La Fiscal General ya se pronunció sobre el
fondo del asunto, de manera que la solicitud de investigación que hizo
uno de los involucrados es tan solo una parodia más, de las tantas a
las que los venezolanos, estamos ya lamentablemente acostumbrados a
presenciar.

Por su parte, la postura de la mayoría de la Asamblea Nacional, aún
cuando no nos sorprende, resulta absolutamente irresponsable, indignante
y ésta sí ridícula. En primer lugar, pretender confundir o fundir a
Venezuela como entidad en quienes detentan o ejercen el poder, es una
distorsión absurda que sólo se justifica para la manipulación. Si un
general o un diputado, sólo para poner un ejemplo, son susceptibles de
investigación o cometen un delito, no por ello se investiga a un país o
éste es delincuente. Ahora bien, el gobierno sí lo será si participa
de alguna manera, ya sea por acción o por omisión, en las actividades
delincuenciales que se realicen, más aún si es quien gira las
instrucciones para su materialización.

Por otro lado, el disco rayado de la CIA, la invasión, el imperialismo
está demasiado trillado y sus absurdas expresiones "patrióticas" no
pueden tapar el hecho de que cerca del 51% de la droga que se trafica en
el mundo sale o pasa por Venezuela y no necesariamente por pistas
clandestinas e ilegales. ¿Quién o quiénes están detrás este infame
negocio, que permite que de La Carlota, por ejemplo, despegue una
avioneta con casi tonelada y media de cocaína? ¿Quiénes le dieron, al
parecer ya olvidado Makled, todos los privilegios y oportunidades para
que se convirtiera supuestamente, en uno de los más grandes capos de la
droga a nivel internacional? Cualquier país serio hubiese iniciado,
luego de los señalamientos hechos contra sus funcionarios, una
investigación ajustada a derecho, salvo por supuesto que se tenga algo
que ocultar.

A Oswaldo Álvarez Paz, lo condenaron por decir que Venezuela se había
convertido en un narcoestado, así que no lo digamos y siquiera lo
pensemos. No tenemos ningún motivo para ello….eso sí, no investiguemos
mucho porque sabemos lo que vamos a encontrar.il

jesusurdanetah@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5131042.asp

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