VENEZUELA:
474 hectáreas quedan ociosas por fallas de la Misión Agrovenezuela
Un total de 474 hectáreas pertenecientes a los 60 productores que
alberga la comunidad rural Mapirikaki de Anaco, quedaron ociosas por las
fallas que registra la Misión AgroVenezuela. Las aspiraciones de los
lugareños de sembrar yuca, patilla, frijol y cebolla quedó en veremos,
pues aseguran que nunca les dieron respuestas y que los obligaban a ir
hasta Barcelona donde gestionarían la ayuda gubernamental, para luego
informarles que estaban en una lista de espera. Lo peor de todo, según
exponen, es que el período de siembra está por concluir y nunca se
atendieron sus peticiones.William Freites resaltó que los pequeños
agricultores de la zona se quedaron esperando por los créditos para
iniciar con tiempo la cosecha. Resaltó que debido a la grave situación
hacen un llamado de ayuda urgente a la directora de dicha misión,
Virginia Rojas, para que gestione soluciones y consolide la labor que
los productores llevan a cabo para mantener la soberanía alimentaria que
se intenta establecer en el país.Recordó que la poca labor de arado que
han podido realizar es a base de escardilla, pues a la comunidad
aledaña, Mapirikaki Apoco, les entregaron 10 tractores, pero no apoyan a
los productores, pese a que son vecinos de la zona. Mencionó que esta
misma comunidad también cuenta con sistema de riego, pero se tiene
abandonada entre el campo, mientras que el resto de los agricultores se
las ve "negras" para poder llevar a cabo su siembra con la que mantiene
a su familia y sirve de aporte para el consumo de los
anaquenses."Estamos exigiendo respaldo, porque tenemos planes para
aumentar la producción, pero sin créditos no hacemos nada. Lo ideal es
que también vigilen a quienes les entregan los recursos, para que se
inviertan en el campo y no en la compra de artículos personales. Ni
porque estamos con la revolución se nos presta apoyo"Más quejasOtra de
las moradoras de Mapirikaki rural, Elena de Velásquez, sostuvo que en el
período de lluvia quedan prácticamente incomunicados, porque la vialidad
agrícola está en pésimas condiciones.Recordó que éste es un problema de
vieja data que ha empeorado en los últimos años, sin que hasta la fecha
hayan recibido apoyo de los gobiernos de turno."Cuando llueve el agua se
empoza en sectores determinados de la vía, los niveles del líquido crece
de manera desproporcionada y entra a las casas, perjudicando
notablemente a un buen número de familias. Los agricultores que se ven
en la necesidad de recorrer los diez kilómetros de carretera en
oportunidades no pueden pasar a sus fincas. A los niños se les dificulta
el paso para llegar a la escuela y en oportunidades no pueden ni
siquiera asistir a clases".
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